En la orilla del mar

RECUERDOS

Mis padres han discutido casi todos los días de ésta semana, no logro escuchar que dicen por el sonido de la tormenta acercándose y el ruido de las altas olas del mar, algo anda mal con ellos. Intercambio constantemente miradas con mi hermana, intentamos restarle importancia, después de todo sólo somos pequeñas sirenas de 5 años

U n      a ñ o    d e s p u é s

Mi padre nos llevó a tierra firme a pasar el fin de semana con su familia, eso implicaba transformarnos en humanos (o lo más cercano a ellos). Mamá no vino, no la vi en toda la mañana, papá dice que está bien pero no se sentía de humor.

No es el camino habitual, no veo los grandes edificios, ni el cielo azul, solo arboles y más árboles, mi hermana va muy asustada, intento decirle que todo estará bien, que tal vez es un desvío.

Llegamos a una cabaña realmente pequeña comparada a nuestro enorme palacio bajo el mar (¿ya conté que mi abuela es la reina de las sirenas?).

Mi hermana le pregunta a mi papá donde estamos, el responde que es un lugar para descansar antes de seguir con el camino. Al parecer ha venido aquí antes pues agarra ropa de un estante y la coloca en su bolso.

El lugar no era feo, era extraño, las repisas llenas de envases con líquido brillante dentro, de diferentes colores y tamaños, parecidos a aquellos "experimentos mágicos" que tanto le molestaban a mamá y que le prohibió tener a papá en el palacio.

Dejenme explicarles, mi papá nació como un humano, y mi mamá en uno de sus viajes a tierra firme, lo conoció, se casaron, le reveló lo que era ella y le transfirió magia de ella para que él pudiera respirar en el agua e irse juntos a vivir al mar suena simple, ¿no? papá empezó a hacer experimentos con diferentes tipos de magia y diferentes transformaciones, a mamá no le gustaban, aún no se por qué.

D í a     s i g u i e n t e

Seguimos el camino a lo que creíamos que era la casa de la familia de papá, ya veíamos los edificios y a las personas caminando por las calles. El taxi estaciona al frente de una casa, mi hermana y yo corremos a dentro para dar la sorpresa, cuando notamos que la casa estaba vacía, papá nos dice que quizás salieron y que llevemos nuestras cosas a un cuarto, pequeñas almas inocentes que eramos.

Pasó el día y nadie llegó a la casa, papá nos decía que pronto llegarían, que fuésemos pacientes.

S e m a n a     d e s p u é s

Dejamos de creer que alguien vendría, pero nuestra pregunta ahora era ¿cuando volveríamos a casa? no habíamos hablado con mamá, aunque papá aseguraba hablar con ella diariamente.

Hoy nos dijo que estábamos inscritas en un centro de educación inicial, que, aunque ya fuésemos mayores debíamos tener certificado para poder avanzar, no sabíamos exactamente de que hablaba, solamente fuimos a donde nos llevó, un lugar con muchos niños, antes de irse nos dijo que no mostremos nuestros poderes y que nos cuidemos del agua por que nuestra transformación se podía deshacer.

Y así pasó el tiempo...

C.E.I a nuestra nueva casa y viceversa.

Un día después de nuestra promoción papá nos dice que mamá murió, que unos pescadores la encontraron y cuando quisieron atraparla ella usó su último aliento para escapar y ocultar la existencia de las sirenas. Luego de eso fue una semana de sufrimiento para mi hermana y para mi, papá se veía tranquilo, se que solo está disimulando.

5     a ñ o s     d e s p u é s

Mi hermana y yo estamos realmente emocionadas, dicen que al rededor de los 10 años los magos desarrollan su poder, y ya nosotras estamos teniendo nuestras primeras señales de magia, a pesar de ser mitad humanas y haber tardado más que el resto.

Papá al ver que ya estamos realizando pequeños trucos con el libro de hechizos que el nos regaló dijo que como premio nos enseñaría a usar mas poder, y nos llevó a la cabaña de aquella vez en medio del bosque. Todo parecía ir bien, hasta que nos amarró a ambas cada una en una silla y nos inyectó uno de esos líquidos brillantes, ardía como nunca, toda la piel parecía arder en mil soles al cabo de una hora, el ardor cesaba, cuando papá dijo que el un rato nos inyectaría otra poción.

Estaba de espaldas a mi hermana asi que hice todo lo posible por desatar su cuerda y lo logré, le pedí que me ayudara, pero al escuchar los pasos de mi padre acercarse, ella huyó, dejándome ahí, sola con un maniático.

No se en realidad cuantas inyecciones me puso, al final del día apenas podía mantener mi mente despierta, cuando me desató caí al piso y cuando él me fue a tomar para levantarme dije en mi mente el único hechizo que logré aprenderme del libro, el de transportación.

Aparecí en una casa totalmente desconocida, gateando vi la casa estaba abandonada, sin más fuerza, caí inconsciente.

"Lobo, vampiro y hada" repetía en mi sueño una voz.

Desperté en la misma casa, me puse de pie como pude, uno de mis bolsillos tenia el libro de magia primeriza, comencé a revisar mejor donde estaba, era una casa vieja con solo un mueble, una silla, había cocina, comida vieja y tenia una habitación con sabanas dobladas en una esquina.

Era de noche cuando salí de esa casa, algunas personas me vieron, no tenía importancia, buscaría la manera de volver al mar, a mi antiguo hogar, caminé hasta encontrar una calle sola y poder usar mi magia sin que nadie viera, intentar transportarme fue un error, acabé en medio de un bosque.

Llevo horas caminando y empiezo a sentir que alguien me sigue, soy una niña solamente, no debería estar perdida entre tantos árboles. Camino más rapido al sentir que ese algo se acerca, pero tropiezo, y antes de caer a un charco delante de mi, alguien me agarra. Tenia miedo a mirar y encontrarme con los ojos del hombre que me crió, en vez de eso una voz de un niño dice.

- Eres muy pequeña para andar sola en el bosque