En la orilla del mar

CAPITULO 11- Podrías ser mi comienzo

Día más de clases.
Día para ser una vergüenza.

A la hora del descanso me quedé en la puerta de la cafetería dudando en si entrar. Decidí dar media vuelta e ir a otro lugar, o era la idea.

–¿A dónde vas? –pregunta Daniel con una sonrisa – Es más, si te quedas te doy mi brownie– Lo buscó en un bolso y me lo mostró– di que si.

No pude evitar reírme.

–¿Y si te haces un rasguño mientras me das el brownie? No creo querer tener una denuncia de tu familia.

–te ví en Jenmahe, iba a saludarte, luego te montaste en un dragón y supe que no era un buen momento.

–¿Vas seguido?

–Estudio allá, en la escuela de magia.

–¿En serio? Yo igual.

–¿Eres una niña prodigio y ni me habías dicho? La reina solo acepta a los mejores.

–de hecho no paso de unos pocos hechizos, así que estoy muy segura que prodigio no soy.

–te ayudo entonces– me pasa su brownie.

–¿éste brownie me hará aprender 50 hechizos en una hora? –intento bromear al recibirlo

– te espero ahora después de la clases de magia, debo ir a buscar unos libros, solo por eso te dejo o se hará tarde y no te pido acompañarme porque llegarías tarde tu– dice dando unos pasos hacia atrás.

–Aun falta para que suene el timbre.

–¿Segura? –me mira con cierta picardía– soy muy bueno midiendo el tiempo. Empezaré a caminar y tú contarás hasta...–hace una pequeña pausa– díez apartir de ahora.–el se fue y yo me quedé contando solo por curiosidad.

2...

3...

4...

5...

6...

7... Parezco idiota

8... A lo mejor ni suceda nada

9... ajam, no pasa nada aún

10...  Suena el timbre, ok le creo.

***

Estaba dentro del aula bromeando con Minel y Mac cuando la reina Leany entra al lugar.

–hola chicos, que bueno que hayan llegado todos, empecemos – nos entrega a cada uno una hoja con un dibujo, el mío era un a estrella, el de Minel un árbol y a Mac una flama- adivinen que haremos hoy

-¿Colorear? -pregunta Minel

-no, pero buen intento. Hoy separaré sus lecciones, Minel controla la naturaleza, Mac debe practicar un control del Fuego y como todos los dragones aprender de magia con la ventaja de no tener que grabarse hechizos y Kateryn...-hizo una pausa para mirarme - ella también tiene mucho que aprender.

-¿Ya no estaremos juntos?- dice Minel haciendo puchero

- que bueno que entendiste, sus instructores están detrás de ustedes- al decir eso fue inevitable voltear a ver y si, efectivamente estaba dos personas ahí, una con la orejas puntiagudas, dándome a entender que es una elfo y el otro si da miedito, es un tipo enorme y fornido con una espada atada a la cintura.

-¿Y yo?- pregunto al notar que no había nadie detrás de mi.

-yo me encargaré de tí- responde la reina.

Luego de que Minel y Mac se fueran me sentí algo extraña.

- y bien, los espíritus me han dicho que debo enseñarte de manera intensiva- dice la reina logrando que dirija mi atención a ella- no me dicen el porqué, pero es mejor no llevarles la contraria, son sabios.

Tenía tantas preguntas por hacer pero me abstube, con el tiempo aprenderé.