Capitulo 7

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POV Can...

Sentía como mis mejillas empezaban a calentarse mientras que mis latidos se empezaban a acelerar.... Demonios, el celo...

-mire a tin quien estaba acercándose a mi

Tin: ¿Te encuentras bien? ¿Entraste en celo?

Me quedo callado, viendo como sus labios se mueven mientras habla... Se ven bien... MALDITA SEA, YA ESTOY PENSANDO PELOTUDECES

-Bajo la mirada para no ver su rostro y con voz agitada y temblorosa

Can: N-ni una pa-labra

No dice nada y siento como posa su mano en mi mentón, haciendome levantar la vista, sus ojos se ven tan profundos y confundidos, con un dejo de preocupación. Lo aparto y le doy la espalda empezando a correr y encerrarme en el baño cerrando la puerta...

Can: Se supone que no llegaría hasta mañana... —dije refiriéndome a mi celo, con el celular en la oreja— Pete, en mi mochila tengo supresores, llevame los al baño.... Lo se —dije con voz agitada, empezando a respirar rápidamente con mi pecho latiendo a mil por minuto— de-bo co-col-gar —dije cortando la llamada—

¿Será que se adelantó por el?— pensé mientras me sentaba en el suelo esperando a Pete.
Escuche que alguien tocó la puerta.

Can: ¿Eres tú, Pete? —pregunte abriendo levemente la puerta para cerrar la de golpe, al ver que no era Pete— V-ete de a-qui im-imbécil! —dije mientras mi cara se ponía más roja, sintiendo todo mi cuerpo temblar y empezar a hacer el lubricante natural—

Tin: A Pete no lo dejan salir del Salón, por estar en medio de la clase y por que tu aún no has vuelto, así que me encargaron te los de yo, los supresores —me dijo desde el otro lado de la puerta—

Can: —Calmando un poco mi respiración, pero no mis latido procedo a hablar— ¿Por qué te los dió Pete a ti?

Tin: El sabe que no te haré daño, aún siendo alfa... habré la puerta can, además, le dije a toda tu clase que me gustas —¿Este idiota esta bromeando  verdad? HIJO DE PUTA, MAL PARIDO—

Can: HIJO D-E PU-TA.... —inspiro y suspiro lentamente por la nariz— abriré la puerta... Nii s-se te oc-curra ha-cer una estupidez —dije parandome de mi lugar—

Tin: No te haré nada, no te preocupes —dijo el idiota tratando calmarme—

Abro la puerta levemente para que me de los supresores, cuando voy a agarrarlos el imbécil los aleja

Can: Que dem- —el me interrumpe—

Tin: primero un beso —me mira desafiante—

No soy un entregado, y no lo voy a besar por mis supresores, antes muerto.

Can: Ni te cre-as —dije cerrando la puerta, pero el puso el pie— saca el pie, o lo sacare yo —dije amenazándolo—

Tin: Aunque sea dame una cita —este no se cansa—

Can: Dame los supresores idiota —le digo fruncido el ceño—

Tin: Por favor~ —suplicando, que ridículo. Empiezo a hacer fuerza para cerrar la puerta, aplastandole el pié— la con-... Ferencia de la lora... Bien, pero me debes una cita, no se te olvide! —me da los supresores, ni crea que voy a tener una cita con el—

Can: Si como no —agarro los supresores, le dejó sacar el pie y cierro la puerta— , Gracias —digo en tono burlón—

Tin: Bueno, yo me voy al Salón ya que esta llegando la hora de Química, nos vemos mi corazón! —Este es pelotudo en serio—

★Mi Omega Rebelde★ [1° LIBRO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora