Fortaleza a la desesperada

Compañerismo

Narradora

Han pasado unos dos meses desde aquella visita de Kiyotaka Ishimaru y Hayate Kuro en el cementerio donde se encontraba Mondo Oowada. En todo este tiempo han estado huyendo, peleando y sobreviviendo como pudieron contra los Monokumas. Hubo ocasiones en que incluso se encontraron con algún que otro integrante de la desesperación definitiva.

En ese preciso instante, los dos chicos ya nombrados, se encontraban refugiados en un edificio ya que les perseguían unos tres Monokumas. Poco después consiguieron asegurarse en una habitación y cerrar la puerta.

Esperaban que con eso no les pillaran aunque tuvieron que colocar una mesa en la puerta por seguridad.

Uff... espero que con esto nos den un respiro aunque sea por algunos minutos - Comentó Kuro con la mirada puesta en la puerta y en el mueble.

Estos días han sido un no parar... -Añadió Ishimaru mirando también en la misma dirección que Kuro.

- En fin, será mejor aprovechar la ocasión para descansar.

Y con ello procedieron a tomar asiento en el suelo mientras sus miradas no dejaban de estar en el lugar anteriormente comentado.

Llevamos dos días sin saber nada de la Fundación... - Habló Ishimaru preocupado por no saber nada de ellos- Y mucho menos de Naegi y los otros.

Y lo peor es que tampoco sé que les habrá pasado a la banda... - Kuro estaba realmente preocupado por la banda motera Crazy Diamond. De la cual se encargaba él junto con Takemichi Yukimaru.

La mirada de Ishimaru fue poco después al suelo nada mas pensar en una cosa. Y esa cosa es....

Hayate – le llamó al que es el nombre de Kuro.

¿Mmm? – Kuro no dudó en mirar hacia Ishimaru.

- Le echo tanto de menos... qué crees que habría hecho él en esta situación, dime...

Kuro ya sabía a quién se estaba refiriendo Ishimaru, la persona en la que se refería él es a Mondo Oowada.

Pues... estoy seguro de que él se lanzaría a por todas sin lugar a dudas. Sabes que él en ocasiones era impulsivo – Kuro sonrió al acordarse del ex líder de la banda Crazy Diamond.

Si... - Ishimaru también sonrió al pensar en la persona que mas amaba y seguía amando aun a pesar de su terrible destino- Aun así lo haría para protegernos...

- Si... así era él...

Kuro soltó un buen suspiro mientras se aferraba a su katana. Consiguió esa arma gracias a que lo facilitaron en la Fundación del futuro. En cambio Ishimaru ya lo tenía consigo después de que saliera de la academia Kibougamine.

- Al menos se que Mondo está ahora mismo conmigo, incluso si ahora mismo no me comporto como él.

- Aún me alucina ese cambio de color de cabello cuando te comportas así junto con el cambio de nombre y apellido, je je je.

En verdad era un misterio para el mismo Ishimaru ese cambio de color en su cabello junto con el cambio de actitud.

Sabes Hayate, a pesar de que hacemos esto por sobrevivir, yo... detesto la violencia en la sociedad... - El rostro de Ishimaru cambió bruscamente a una de tristeza – Por eso me he estado esforzando y aún me sigo esforzando para ser primer ministro.

Te entiendo, Kiyotaka... pero, nunca olvides que la esperanza es lo último que se pierde – Kuro mantuvo esa sonrisa a pesar de la situación crítica que estaba atravesando ahora en la sociedad.

De repente se escuchó un fuerte sonido en el otro lado de la puerta. Ambos chicos no duraron en levantarse cual rayo nada más oír aquello.

Narra Kuro