Desahogo

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Narradora

Ishimaru y Miyamoto comenzaron a investigar por las calles de la ciudad Towa. Al igual que en la otra ciudad encontraron destrozos, cadáveres y Monokumas ya desactivados.

Pero hace poco vieron algo que les impactó.

Aquellos niños... llevaban una máscara en forma de Monokuma... -Dijo Ishimaru recordando la escena que ambos vieron.

Es horrible... -Miyamoto sintió pena por aquello.

Por eso... quiero ser el primer Ministro, Miyamoto. -Ishimaru comenzó a apretar ambos puños- Quiero... que este país haya una buena convivencia. Y por eso, me he estado esforzando en los estudios, sacrificando mis tiempos libres, todo. Por lo de mi abuelo, por... lo que tuvimos que sufrir mi padre y yo. –Luego se paró y dejó de apretar los puños mientras esbozaba una ligera sonrisa- Pero... Mondo me hizo ver que también había otra cosa más allá de los estudios, y es... en las relaciones sociales...

Lo único que podía hacer Miyamoto era escuchar su historia aunque ya sabía ciertas cosas sobre su pasado. Él mismo se la contó en la época de la academia.

Oh... lo siento, Miyamoto. Sé que nos paramos por mi culpa –Ishimaru se culpabilizó al pararse antes tan de repente.

- No te preocupes, e-está bien desahogarse. Ahora lo importante es seguir vivos y buscar ahora un lugar seguro y... a ver si puedo cambiarme de ropa.

- Ahora que lo dices...

El ex delegado miró hacia abajo y... tenía toda su prenda empapada. Miyamoto también lo estaba.

Pues ya tenemos otra m-misión, aunque secundaria... -En lo último lo dijo ella en voz baja.

Eso hizo que el otro soltase una ligera risa.

Sí, eso parece. Habrá que buscar una tienda de moda y... Oh –Ishimaru se interrumpió al ver algo- estamos de suerte, entremos.

Lo que él vio fue uno de los que ellos buscaban, y por ello, fueron directamente hacia ese local.

Miyamoto ya empezó a agarrar unas tres vestimentas. Ishimaru... bueno, de momento se lo estaba pensando ya que había algunas rotas.

Ya poco después la fémina encontró un probador, luego se adentró en ella con las tres ya dichas.

Pruébatelo con calma. Yo mientras tanto vigilo por si viene alguien. –Dijo Ishimaru con los brazos cruzados.

G-Gracias, pero... no me importaría que me vieras cambiar –Dijo Miyamoto entré ligeras risas.

¡M-Miyamoto! –Gritó alarmado mientras sus mejillas se tornaron de un ligero color rojo.

- ¡Je je je, es broma!

- No bromees con algo así...

- ¡Perdón! Quería oír tu reacción.

- Ya te vale...

Pasaron unos minutos hasta que ambos ya se habían puesto los nuevos. Lo usados los tenían agarrados en cada uno de sus brazos.

(Miyamoto llevaba un vestido rojo e Ishimaru un chándal de color negro y la camisa de color azul)

No te has despegado de eso en ningún momento. –Miyamoto se refería al tokko fukku negro que Ishimaru llevaba puesto.

Y ni lo quiero hacer, a no ser que sea urgente –Él respondió con la mirada puesta en un brazo suyo con la prenda comentada.

Fortaleza a la desesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora