Señorita mafiosa 💣🔪🚬

Su desgracia 19

Hoy entraría a la universidad junto a los chicos planeábamos ganarnos respeto ya sea por las buenas o por las malas y por los profesores ni me preocupo.

Mucho menos por el director por que con un fajo de billetes los hago que bailen al son que yo diga.

Me levanto para meterme a bañar mi horario y el de los chicos es el mismo lo se por que ya lo imprimí, al igual que un mapa de la universidad, después de bañarme, fui a mi armario para ver que me pondría para mi primer día.

Elegí este outfit por 2 razones, una es que me veo super sexy y dos lograre llamar la atención muchos optarían por tener un perfil bajo pero eso no va conmigo.

Además que los primeros sospechosos que descarta la policía son los populares y se que nosotros nos ganaríamos ese puesto.

Baje a desayunar pues Carlos el chef sabe que entro temprano y por eso ya tiene que estar mi desayuno listo, bajo al comedor y efectivamente ahí esta mi desayuno.

— Buenos días señorita Olesha ¿quiere que le prepare comida para que se lleve a su primer día?— él cocina delicioso.

— No, gracias primero quiero probar la comida de la cafetería— él asintió y se fue, desayune tranquilamente.

Después de desayunar me lave los dientes y me maquillé así es yo me levanté más temprano para poder arreglarme como se debe.

Tome mi bolsa negra, donde iba mi cartera y mi celular, baje al garaje para sacar a mi nuevo bebé lo tuvieron que transportar desde Europa pero no importa valió la pena la espera.

Mi Lamborghini Aventador con cromado morado, descapotable, tomo las llaves y le quito el seguro.

Abro la puerta para después subirme en el, después lo enciendo al abrir la puerta del garaje están los chicos ahí vestidos completamente de negro y lentes obscuros.

— Síganme en la camioneta ahora es suya pero tendrán que cuidarla— señale la camioneta en la que antes yo me movía una Hummer negra, bajo la capota.

Ellos tomaron las llaves de la pared donde siempre las dejo y se subieron cuando encendieron el motor salí yo primero y después ellos con el control cerré la puerta del garaje.

Avance por las calles a una velocidad moderada lo malo de vivir aquí es que los límites de velocidad son muy estrictos.

Salimos de la zona residencial despidiéndonos del policía de la entrada la universidad solo quedaba a unas calles, un poco antes de llegar acelere y los chicos también.

Llegamos a la universidad llamando la atención de todos subo la capota de mi Lamborghini cuando me estaciono los chicos se estacionan a mi lado.

Tomo mi bolso que había dejado en el asiento del copiloto, quito las llaves del contacto y me bajo del carro con todos mirándome, los chicos se bajan y se ponen a mi lado.

— ¡¿Que?!— les grite a unas chicas que susurraron algo sobre mí cuando pase a su lado, ellas simplemente bajaron la mirada y yo sonreí, caminé hacia dentro del edificio.

— Hay muchas chicas guapas por aquí, creo que empieza a gustarme venir a la universidad— rodé los ojos.

— Si como sea, solo procura no meterte en tantos problemas— lo miro seriamente.

— Tu tranquila yo nervioso prima— fingiríamos ser primos aun que yo solo utilizo mi apellido paterno y ellos se supone que son hijos de la hermana de mi madre que está muerta y como los rusos solo usamos un apellido pues yo usaré el de que Oleg me dió.

— Hablamos en serio Lalo, no quiero estar salvando tu trasero solo por una calentura prohibida como tu les dices—

— Esta bien, ¿que clase tenemos ahora?—

— Derecho civil en el edificio C, salón 203– digo mirando nuestro horario en mi celular.

— Pues vamos para haya— asentí y caminamos siguiendo el mapa, al llegar a al salón aun no llegaba el profesor pero ya había algunos chicos.

Todos estaban conociéndose pues es el primer año y la primera clase, nos sentamos al fondo yo en medio de ellos pues las bancas eran para 4 personas pero nosotros ya habíamos ocupado tres lugares.

— Muy bien silencio por favor y comencemos con esto, yo soy el profesor Martin, la materia se llama derecho civil y bueno quiero conocerlos así que preséntense, nombre apellido y que es lo que mas les gusta— odio cuando los profesores hacen eso.

— Oh vamos profe eso es de la primaria— el profesor lo miro.

— Y empezaremos por usted joven— Lalo no se levantó solo dijo...

— Hola a todos yo soy Lalo Cortes y lo que mas me gusta es salir de fiesta— me reí por que lo dijo como si fuera un niño de 9 año.

— Ahora usted señorita y por favor póngase de pie— suspire resignada, me levanté recibiendo halagos y silbidos por los demás chicos de la clase — A todos los que silbaron y halagaron a la señorita un punto menos en mi materia—

— Mi nombre es Olesha Ivanov y si soy Rusa de nacimiento y lo que mas me gusta son los carros— todos volvieron a silbar antes de sentarme, las chicas me miraban con cierta envidia y yo sonreí por eso, el profesor hizo que Omar se levantara.

— Bien yo soy Omar Cortes y lo que mas me gusta es competir, así que si alguien me quiere retar a algo de una vez les digo que acepto su reto— las presentaciones continuaron por un largo tiempo yo solo jugaba con mi navaja por debajo de la mesa.

— Guarda eso no lo vaya a ver alguien— me reí.

— Primito estoy aburrida y sabes que con algo tengo que entretenerme, cuando empiece la verdadera clase entonces si guardare mi juguete— la clase termino y yo no aprendí nada nuevo.

Solo que en mi grupo hay un buen de chicas que se creen que van a ser las mejores abogadas del universo seduciendo al juez y muchos chicos que solo por su linda cara van a ganar cualquier caso.

Pasamos a nuestra siguiente clase Historia del derecho y así pasamos de clase en clase y en todas no aprendi nada sobre la carrera, solo los nombres de mis compañeros, termino nuestro primer día y fuimos a almorzar a la cafetería.

— Yo voy a querer un burrito—

— Yo pediré pizza—

— Yo una hamburguesa— le dijimos a la señora que atendía la barra.

— ¿Y que tomarán?—

— Coca-cola— dijimos los tres al mismo tiempo, pagamos y nos entregaron nuestras órdenes, nos fuimos a sentar a la mesa del centro.

Estábamos comiendo tranquilamente cuando entro un grupo de chicos y chicas se nota que son los populares.

— Están en nuestra mesa— hora de los problemas para ellos claro esta.