Mi desgracia 6

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Al entrar en la oficina, estudio o lo que sea ya que es igual vi a Oleg muy serio.

— Reporte de la misión—

— Esta muerto— Oleg asintió y entonces me miro.

— ¿Quien disparó Olesha?— mi corazón se aceleró.

— Annushka o Marcos la verdad es que no se, y...yo no pude hacerlo— agache la cabeza, sentí vergüenza.

— Ya veo, necesitas un entrenamiento mas rudo, por lo visto estamos siendo muy blandos contigo— trague saliva — De ahora en adelante les dire a los entrenadores que se olviden de los buenos tratos y que te entrenen como a una mas de nuestras sicarias— alce la cabeza al escuchar esas palabras.

— Pero señor Oleg— Oleg lo callo con un gesto de la mano y Marcos solo apretó las manos convirtiéndolas en puños.

— Pueden retirarse y Olesha será mejor que vayas a hacer tu tarea y después te iras a entrenar— asentí, salimos del estudio.

— Lo siento Olesha no pude hacer nada— se disculpa pero no debería hacerlo.

— Lo intentase y eso lo apreció— le di un beso en la mejilla y fui a mi habitación a hacer la tarea que no era nada complicado o al menos para mi no.

En una hora había terminado la tarea, me cambié mi ropa por una deportiva, baje a la sala de entrenamientos donde estaban mis dos entrenadores que por cierto también son mis guaruras.

— ¿Ya comiste?— negué y la verdad tenía hambre.

— Pues tendrás que ganarte la comida— abrieron la puerta que daba al comedor donde ya estaba la comida lista, mi estómago gruño por el hambre, cerraron las puertas.

— 50 vueltas como calentamiento y 69 sentadillas— comencé con las vueltas el salón de entrenamiento es la habitación mas grande de la planta baja, también estaba blindada por que luego aquí practicaban a disparar.

Pavel saco su arma y comenzó a dispararme a los pies.

— Corre más rápido o te va a alcanzar un balazo y no comerás— comencé a correr mas rápido.

Aun que tampoco podía ganarle a la velocidad de una bala ósea obviamente no, Pavel siguió disparando, cuando acabe las 50 vueltas empece con las sentadillas.

— Hazlas bien— me regaña Vladimir

— Las estoy haciendo bien— no podía esforzarme al máximo por que tenía hambre, cuando termine las sentadillas, comenzó el entrenamiento de lucha cuerpo a cuerpo.

— Tendrás que luchar conmigo para lograr quitarme estas galletas— me mostró un paquete de mis galletas favoritas.

No lo pensé dos veces y me lance a atacarlo, él esquivaba todos mis golpes y yo recibía todos los suyos hasta que en una de esas lo derribe usando su fuerza en su contra.

Comencé a golpearlo fuertemente hasta que se rindió, me limpié la sangre que caía por la comisura de mi labio y tome las galletas, adolorida salí de la sala de entrenamiento enojada por que me había ganado.

Puede que él se haya rendido pero la que se llevo la mayoría de los golpes fui yo, no quería mas que irme a acostar a mi habitación y acostarme.

Cuando llegue Marcos estaba ahí al verme corrió a observar todas mis heridas, me ayudó a llegar a mi cama.

— Cierra la puerta por favor— le pedí y lo hizo, yo me senté en mi cama, él vino a sentarse conmigo.

— ¿Quien fue?— pregunto molesto.

— Pavel— no aguante mas mi dolor y tampoco el llanto.

Marcos me abrazo solo llevamos un rato de conocernos pero se que puedo confiar plenamente en él por eso me separe un poco y comencé a contarle mi verdadera historia cuando termine él solo sonrió.

— Eso ya lo sabía pequeña mi mamá me lo contó y de hecho todos lo sabemos pero te tratamos como dice la historia que inventó el señor Oleg para hacerlo ver más real—

— Bueno eso es un gran alivio—Marcos asintió.

— Le voy a pedir al señor Oleg que me deje entrenarte, ya he encontrado la manera de motivarte— se levantó y me dió un beso en la frente — Ahora vengo— asentí y prendí la televisión para distraerme.

Los golpes me dolían horrible seguramente mañana tendré moretones después de un rato Marcos entro con una charola de comida la dejo en mi mesita de noche yo me intente levantar pero no me dejo.

— Yo te daré de comer— rodé los ojos.

— Marcos no soy una bebé puedo y quiero comer yo sola—

— Pues te vas a tener que aguantar y acatar mis órdenes por que estás viendo a tu nuevo entrenador— lo mire sin creerle no le creía que el señor Oleg le haya concedido ser mi nuevo entrenador.

— No te creo— le dije sería, no estaba para bromas.

— Le puedes preguntar al señor Oleg, solo le dije que ya sabía que podía motivarte a asesinar a alguien por muy inocente que sea—

— ¿Y que te dijo?— le pregunte mientras
agarraba un pedazo de carne.

— Me dijo que tenía dos meses y que si no lo lograba, Pavel y Vladimir seguirían siendo tus entrenadores, empezamos mañana— sonreí y lo abrace.

Pero no sabía si con solo dos meses podría asesinar a alguien sin que me remuerda la conciencia.

2 meses después...

Hoy es la prueba de fuego, hoy tengo que lograr asesinar a alguien a sangre fría solo tengo que recordar mi entrenamiento.

Flashback:

— ¿Y cual es la motivación que me va hacer dispara a las personas?

— Tienes que visualizar a la persona que más odies en tu vida, en tu caso supongo que es el hombre que asesino a tu padres y que intento venderteasentí — Bien entonces dispara a los blancos e imagínate que es ese hombre pero después tienes que saber que ese truco dejará de funcionar y no podrás imaginar eso porque en un tiroteó no te va a funcionar ahí tienes que pensar que eres tu o ellosasentí y comencé a disparar viendo la cara de ese cerdo en los blancos, no falle ni siquiera uno solo.

— Tendrás que seguir asíseguí disparando a los siguientes blancos que estaban más lejos y mas ocultos.

Fin del Flashback

Oleg se acercó hasta nosotros Annushka también había venido.

— Aquí esta la información del hombre que quiero muerto y lo quiero muerto hoy mismo— me tendió un sobre blanco, yo lo tomé y después él se fue a su estudio.

Abrí el sobre había fotos de un hombre vestido de traje, la información decía que es un agente de la D.E.A al parecer está buscando a Oleg.

En la información aparece el departamento donde está viendo, sus horarios y otras cosas.

— Bien vayamos por él, seguramente estará en su departamento— asentí, salimos de la casa, Marcos tomo las llaves de un Camaro negro y nos subimos en ese.

Los vidrios están polarizados y blindados al igual que todo el carro, arranco el carro, Annushka nos seguía en su moto.

Marcos condujo por toda la ciudad a toda velocidad hasta que llegamos a la dirección del departamento.

— Tenemos que subirlo al carro y llevarlo a una ubicación desconocida—

— Annushka y yo nos encargaremos de bajarlo, estaciona el carro en el estacionamiento subterráneo y ten el carro listo para salir en cualquier momento— él sonrió y asintió.

Salí del carro, le hice señas a Annushka para que me acompañara que esto comience.

Señorita mafiosa 💣🔪🚬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora