Señorita mafiosa 💣🔪🚬

Su desgracia 37

4 días después...

Estos días que estuvimos con la familia de Emilio fueron increíbles, la fiesta de revelación será dentro de un par de meses.

Ya lo consulté con mi médico y le pasamos su número a Rebeca por que solo ella sabrá el género del bebé, para Emilio y para mi será una sorpresa.

Ya estamos por llegar a mi casa, Emilio dice que va a mandar a una empresa de mudanzas en dos días.

— Bueno pues ya estas sana y salva en casa mi amor— sonreí y lo besé, nos separamos — Tengo que ir a trabajar— asentí un poco triste.

— Por favor cuídate mucho, recuerda que te amo— nos volvimos a besar.

— Yo también te amo y tranquila siempre me cuido pero ahora lo haré mucho mas por que hay un pequeño o pequeña que va a necesitar de mi— asentí.

Me baje e inmediatamente vi a Lalo y Omar salir de su casa, Lalo me ayudó a bajar mi maleta de la camioneta de Emilio.

Vi la camioneta alejarse, no entiendo por que me comporto así pero ahora tengo que trabajar.

— ¿Cómo están?— caminamos hacia mi casa, una vez adentro Lalo subió mi maleta y yo me senté en la sala con Omar.

— Muy bien, Olesha él edificio que esta en el centro de la cuidad es todo tuyo— Omar me entregó las llaves — Los planos están en la mesa y el dueño nos lo vendió a un precio muy razonable por ser amigo de mi prima— asentí.

Ese edificio lo compre por que ahí comenzare con mi despacho de abogados, yo seré la dueña y jefa, mis socios son Omar y Lalo.

Pero debajo del edificio estará mi centro de operaciones ilegales, siempre abra hombres custodiando la entrada aun que los empleados no deberían bajar ahí es una precaución.

— Oye cambiando de tema, la azafata que enviaste al cuarto, uffff buenísima— sonreí al recordarla.

— Me alegra que te gustara Lalo, ella y yo tenemos asuntos pendientes, por cierto ¿como la trataron?—

— Los hombres y nosotros le dimos la mejor de las bienvenidas— sonrió con picardía desconocía este lado de Omar — Ella luchaba y no entendía nada pero nosotros pudimos controlarla y Annushka la uso como saco de boxeo— asentí.

— Perfecto, espérenme y en media hora iremos a verla, quiero darle la mejor de las despedidas— asintieron y se fueron.

Subí a mi habitación a bañarme, tenían que dar una muy buena impresión a mi invitada.

Al salir de bañarme me puse esto, ¿por que? Le voy a demostrar que yo soy la chica mas sexy que existe.

(Imaginen que la blusa es negra)
Me puse unos tacones negros, elijo uno de mis anillos favoritos me lo pongo a lado de mi anillo de compromiso.

Meto mis garras en la bolsa, le daré la mas lenta de las muertes o al menos eso trataré.

Salgo de mi habitación y bajo a la sala, mis amigos ya estaban esperándome, ellos me llevarían por que yo no quiero manejar.

Nos subimos a la camioneta y Lalo acelera, en este lugar ya están acostumbrados a que nosotros siempre llevamos prisa.

El camino se me hace corto y apenas llegamos a mi casa de campo, me bajo para ir al cuarto, adentro esta Annushka ella platica tranquilamente con Said.

— ¡Déjame ya maldito cerdo!— chilló mi invitada.

— Veo que esta muy bien atendida— nos reímos.

— Que bien que ya regresaste, me he contenido mucho para no matar a esa perra— asentí, los gritos y lloriqueos cesan.

Veo a uno de mis hombres, peinarse y acomodarse la ropa, entonces me mira, esto solo se los permito con mis enemigas.

— Bienvenida señorita Olesha— asentí y él se retiró.

— ¿Se quedan a ver la función?— los miro por encima del hombro.

— Quisiéramos pero llevare a Annushka al cine y después te vemos en tu casa por que te tenemos una sorpresa— asentí y ellos salieron.

Camine hacia mi invitada, tenía un ojo medio cerrado gracias a los golpes, el labio partido y de su ceja derecha sale sangre.

Ella me mira y noto que me reconoce, yo sonrió, la miro con superioridad, mientras una sonrisa se forma en mis labios.

— ¿Tu?— asentí.

— Te coqueteaste al novio de la chica equivocada, ¿te suena el apodo de la pantera?— ella por un momento se pone pálida.

— Él ya esta en la cárcel tu novio lo envío a una cárcel gringa—

— Pues no, la pantera soy yo— me quite la chamarra y le mostré mi tatuaje de las garras — Ese hombre es solo un peón por eso te digo que te metiste con el novio de la chica equivocada—

— ¿Él lo sabe?— negué.

— No, no lo sabe y nunca va a saberlo— se levantó por que no estaba atada ni nada.

Yo aproveche para meterle un puñetazo en la mejilla izquierda, mi anillo logro abrirle dos agujeros, ella se toca la mejilla y lo nota, yo solo puedo sonreír.

Deje mi bolsa en una mesa que había cerca, saque mis garras y las coloqué en las puntas de mis dedos.

Ella al verlas se asustó, esa es la reacción que estas garras causan en mis víctimas, no hay nadie que no sucumbiera a llorar, ella me mira suplicante.

— Por favor no me mates, juro que no sabía que eras novia y prometida de Emilio, pensé que iba solo— no le creí ni por un segundo.

— Pues fíjate que no te creo pero nada— le solté una cachetada rasguñando toda su mejilla derecha, la golpe, la rasguñe, incluso le dispare en la pierna cuando trato de correr a la puerta.

— Lo siento pero nunca dejo vivas a mis víctimas— la tome de cuello y con mis garras fui abriendo la piel de su cuello.

Ella luchaba tratando de aferrarse a la vida pero de nada le serviría, segundos después ya estaba muerta, patee su cadaver con mis tacones.

Me limpié la cara y llame a mis hombres para que llevaran el cuerpo sin vida a algún lugar donde nadie pudiera encontrarlo.

Normalmente lo enviaría a su familia con alguna nota pero no quiero llamar la atención de Emilio con ese caso, al menos no mientras crea que ya atrapo a la pantera.