II Santiago

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De inmediato al empapar mi cl¡toris de miel, se sumergió en él. Con aquella serpiente que salía de su boca lo cautivó. Le daba pequeños mordiscos, los chupaba y lo hacía suciamente suyo. Ya estaba a punto de enloquecer. Ya no quería su lengua, sino su gruesa v€rga. Mis caderas subían y bajaban, mis manos se aferraron a su cabeza haciendo que se ahoga entre mis piernas. Ese hombre más y más me posecionaba.

Así como un felino alza la mirada mientras zarandeaba mis labios con esas maldita lengua. Sus ojos verdes, no sé que tienen que hace que mi alma desvanezca en ella y mi esencia desaparece de repente. Santiago de una forma u otra me hace doblegarme a su juego. Salió de mi y restregó en mi boca la combinación de la miel y mi néctar. Ahhh...desgraciado pervertido como me encanta. Me ordenó a ponerme en posición felina, me ató las manos a la espalda quedando vulnerable y expuesta a todo. Lo vi salir del cuarto, cuando eso sucede es que de seguro algo que me va a provocar dolor traerá. Entró y con el aquella maldita fusta que sólo tiene la palabra "disobedient" la usaba cada vez que no lo obedecía.

-Ay, ay muñequita, no tienes idea como detesto hacer esto cuando me desobedeces. Cuando dudas de mi protección y cuando...

¡PLA! El primer azote, me hizo brincar y gemir a la vez.

Te pones esas faldas y enseñas las piernas. ¿A quién más quieres provocar? Mira cómo me tienes de duro, sólo a mi puedes tener así.

¡PLA! Nuevamente esa pűt@ fusta

De momento siento sus dedos en mi capullo y aún sigue mojado. La sensación de dolor fue mermando y la de placer fue surgiendo. Dos dedos entraban y salían de mi.

-Mmmm...ahhh que rico Sant...

Casi me buscaba otro azote, en ese momento era mi amo.

-Muñequita que ibas a decir...shhh mucho cuidado con lo que esa boquita vas a decir porque tu culo paga. Ya sabes...

Mientras me advertía, seguía lamiendo y hundiéndose más en mi. Ya mi vientre se contraía era inminente mi anhelada venida. Cuando ya mis espamos aumentaban...dejé de sentir esa maldita lengua.

-Cúentamen, cómo te fue en el viaje

-¡¡EL VIAJE!! es en serio Santiago, a quién le importa el viaje en este momento.

Fue una torpeza haberle contestado de esa manera, pero estaba en el tercer cielo y luego me lanza al desierto como si nada. Cómo se suponía que tendría que contestar. De repente me mira y frunce el ceño.

-¿Te urge terminar Milena?

No sabía qué responder, me había llamado por mi nombre. La verdad me encanta su juego, pero a veces no lo tolero. En fin le contesté acertando con la cabeza.

-¡¡HABLA!!

-Estoy deseosa por usted, es todo amo

De repente comenzó a sacar su falo y frente a mi cara se jalaba de atrás adelante. Se fue acercando e introdujo un dedo a mi boca

-abre grande muñequita

Lo hice de inmediato y empezó a follar mi boca. Mi castigo...quedarme con su firmeza lo más adentro de mi y aguantar. Me dolía la boca y mis labios estaban hinchados. Lo sacó y luego me besó con pasión y rabia. Se acostó a mi lado y me hizo señas para que montara en él. Moría por sentirlo dentro, danzar en su pliegues; como galopar en un caballo salvaje y así lo hice. Cada danza sus manos acababan con mis muslos de tanto que los apretaba. Daba palmadas a mis nalgas el dolor con placer me encantaban. En ese mismo vaivén comenzó, lamió sus dedos y comenzó a frotar en mi capullo.

-Vamos muñequita carrete para mi quiero que empapes de ti

Uff!! Cómo me excitaron aquellas palabras con más ímpetu comencé a cabalgar. Me abrazó de las caderas y me presionó hacía su cintura. Pude sentir cada centímetro de su grosor...al cabo de menos de un minuto ambos estallamos y nos hidratamos uno del otro.

Luego de varios minutos, sin decir palabra alguna se levantó y fue a la ducha. Lo sigo y le pregunto

-¿Qué haces, así nada más y listo?

Sin abrir aquella puerta de cristal, me grita

-¿A caso no era eso lo que querías Milena? Espérame en la cama que aún no hemos terminado.

Al parecer le había molestado mi cuestionamiento de hace un rato. Y ahora que me dirá o hará...©️®️

Continuará...
D.R.
Keila M.

Ardiendo en la manos de una DiablaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora