Perspectiva Varonil

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Perspectiva Varonil

Ella parada frente al espejo miraba su cuerpo. Busca lo deliniado de sus curvas con el pasar del tiempo. Él la miraba de lejos, sonrío y le comentó

- Quiero que me regales un lunar, pero no cualquier  lunar. Uno que indique el cielo, Que me lleve...me lleve a las estrellas, que me suba y me baje.

- Lo siento ningunos indican ese destello, sólo te pueden llevar a la ruina y directo al infierno

- Ruinas por conocer que estén envueltos en llamas de lujuria y de pasion. Quemantes al roce de los dedos con diablos danzantes e infiernos que me consuman no me importaría morir en ninguno de ellos.

- A pesar de los años, aún crees que tengas infiernos qué descubrir. Mírame mi cuerpo ha cambiado sabes que los años no pasan en vano.

Se acercó al lóbulo de su oído y comenzó acariciar con amor y deseos de aquel cuerpo que tanto años de placer le había dado. Le dijo

- Mi amor, los años no perdonan es verdad, pero tu llama es tan brillante como el primer encuentro entre tú clítoris y mi glande. Aún quema la emvestidura que recubre este trozo de piel cavernoso que delira por buscar los diablos que en ti se encuentran.
Quema como las llamas chispeantes que abundan en tu interior, llévame al mismísimo infierno, quemantes con el roce de tu piel, déjame apagarlas con embestidas hasta tu interior.

Él se acercó lento despacio y admiro esas curvas frente a él, la tomo de la cintura y ella jadeaba con su respiración agitada sus pensamientos dando vueltas como torbellino en pleno desierto, la inclinó y levantó su falda de espaldas y acarició esas voluptuosas nalgas que conducían a un candente y húmedo destino, la tocó, la manosea, la acarició, y de un jalón introdujo en esa vagina extasiada cálida y húmeda ese falo que como caballo desbocado buscaba frenéticamente ese néctar de los dioses

Y así la tomó en su cintura e hicieron el amor, porque a pesar de los años ambos procuraron siempre mantener viva la llama de aquel primer amor©.

Keila M. En conjunto con / G.C.
D R.
Foto de una de mis perversas

Ardiendo en la manos de una DiablaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora