S A W A M U R A D A I C H I

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Advertencia: Como no hay especificaciones acerca del físico y personalidad (además que es mi nombre xd), describí a la protagonista más o menos como yo

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Advertencia: Como no hay especificaciones acerca del físico y personalidad (además que es mi nombre xd), describí a la protagonista más o menos como yo.
 
 

s o m e o n e   d i f f e r e n t

 
 

Ser el centro de atención no era algo que hacía sentir cómoda a Andrea, las miradas de todos los estudiantes de Karasuno se clavaban en ella sin un ápice de disimulo. Pero tenía que acostumbrarse hasta que nadie pudiera notarla, algo que ya sucedía en su país de origen. Eso de ser inmigrante en una región con una cultura completamente diferente a la latinoamericana y un idioma distinto era muy difícil, más sabiendo todo lo que dejó atrás.

Con ayuda de una hoja con su horario, indicando las horas de clase y el número de su salón, se las arregló para llegar a su destino. Sus manos temblaban y su corazón palpitaba fuertemente, aun así entró al aula “2–3”. Sintió su rostro arder cuando los que serían sus compañeros inmediatamente la observaron, algunos un poco confundidos y otros sorprendidos. La extranjera caminó tímida hacia uno de los asientos delanteros y se sentó, intentando parecer lo más educada posible. No quería dar una mala impresión.

Los estudiantes asiáticos no podían negar que tenían curiosidad por su nueva compañera, pero solo hubo uno de ellos que sé llenó de valor para acercarse. Caminaba bastante tieso, nervioso y con un leve rubor en sus pómulos, mas no perdería la oportunidad de entablar conversación con una linda chica. Se paró justo en frente del pequeño escritorio de la castaña, quien elevó su roja mirada por la timidez y sonrió amable, dando de lleno en el corazón del desconocido.

—¡Hola! —Hizo una reverencia de noventa grados y rápidamente se enderezó de nuevo— ¡Me llamo Nishinoya Yū! —exclamó tendiendo una mano a la fémina— ¡¿Me entiendes?!

—Perfectamente —dijo con una pequeña risa y un fluido acento japonés mientras aceptaba el gesto del chico, quien se sonrojó notoriamente— Soy Andrea Hernández.

Nishinoya sonrió y se sentó en el asiento contiguo al de la chica, empezando a preguntarle sobre ella hasta que el profesor llegó. A pesar de la tediosa presentación que el educador le obligó a dar a sus compañeros, la clase resultó bastante interesante. Entre clases, el chico se acercaba a la extranjera con tal de seguir conversando. Al principio se comportaba muy reservada y un poco asustada por el nuevo entorno, pero Yū se encargaba de ayudarla a desenvolverse y ganarse su confianza.

—¡Hey, Noya-san!

A la hora del almuerzo, ambos compañeros salieron juntos y los dos giraron al escuchar el sobrenombre del chico. Tres estudiantes más altos se acercaron sonrientes, dos de tercer año y uno de segundo. Al percatarse de una cuarta presencia, los recién llegados se sorprendieron por las occidentales facciones de la chica.

HAIKYUU!! ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora