Capítulo 12

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El día lunes por la mañana, la alarma del móvil sonó y Carla solo se acurrucó más en su cama, no quería salir de ella, pero tenía que hacerlo, sabía que en unas horas tenía una reunión en la constructora Nunier y tendría que volver a toparse con Samuel, desde lo sucedido en la fiesta no quiso saber de él.

Trato de aplazarla un poco más pero no pudo volver a conciliar el sueño. Así que se puso de pie, tomó una larga ducha y al salir buscó el conjunto que se pondría, eligió unos jeans de tiro alto color azul que se ajustaban perfectamente a su figura, una blusa blanca con tirantes, un blazer blanco, tacones color mostaza y una bolsa grande del mismo color de los tacones.

Estaba terminando de arreglar su cabello, había decidió dejarlo suelto, cuando recibió un mensaje de su padre recordándole el compromiso que tenía. Ella solo rodo los ojos, terminó de colocarse un poco de perfume y salió de su habitación.

Informó a Mireya que ya no le daría tiempo para desayunar, y que quizás solo pasaría por algo ligero a una cafetería. El chofer ya se encontraba esperando y siguiendo cada una de las indicaciones dadas por su patrón. Ella se dio cuenta que no era el otro chico que le habían asignado.

— qué pasó con mi chofer? — pregunto Carla un poco confundida y subiéndose al auto. Esta vez la llevaría el chofer exclusivo de su padre

— su padre me ha pedido que sea yo quien la lleve — le respondió el chofer amablemente mientras ingresaba al auto y partieron en dirección a la Constructora

La marquesita bajo hasta la mitad el cristal y empezó a recordarse lo que todo el domingo había planeado. Solo entregar el documento y salir lo más rápido posible de ese lugar. No estaba huyendo, eso no era típico de ella, simplemente seguía molesta con la actitud de Samuel esa noche, además no quería seguir causando problemas a esa pareja.

Cuando por fin llegó a la constructora observo el lugar por unos instantes y se dispuso a entrar haciendo uso de su caminar tan peculiar y como era costumbre las miradas de los que trabajan ahí no se hicieron esperar.

— se acercó con una gran sonrisa hacia la recepcionista— estoy buscando al ingeniero Nunier, quede con él de vernos hoy —

La joven secretaria la observo unos segundo — lamentó informarle que el ingeniero no se encuentra en estos momentos — se encogió de hombros y tomó el teléfono para marcar un número — pero me ha dejado encomendado que pase con el arquitecto García, él la atenderá con mucho gusto —

Carla hizo un pequeña mueca con los labios y solo negó al darse cuenta que el destino estaba empeñado en que Samuel siempre apareciera — vale y aquí vamos otra vez — se cruzó de brazos y dio un suspiro muy grande —

Después de haber hablando unos segundos la chica colgó el teléfono, miro nuevamente a Carla y le sonrió — el arquitecto la espera, me acompaña a su despacho — la joven empresaria asintio y la siguió hasta donde estaba Samuel —...

Samuel estaba sentado detrás de su escritorio realizando unos pequeños ajustes al plano del centro comercial, cuando escuchó que llamaban a la puerta — adelante — presionó un pequeño botón desde su lugar para quitar el seguro y poder dejar pasar a quien lo buscaba —

— le dejo con el arquitecto— dijo la secretaria y pidió a Carla que entrara para dejarlos solos y trataran asuntos de suma importancia.

Cuando cerró la puerta la rubia dio un pequeño salto del susto que le había dado al tomarla por sorpresa, se había distraído mirando a Samuel que aún seguía tras de su escritorio, y sintió como su corazón saltó de felicidad al verlo así, cumpliendo todo lo que se había propuesto. Además de que se veía muy guapo al simular tanta concentración.

Mi destino eres tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora