Mi destino eres tú

Capítulo 22

Los siguientes días después de la propuesta de Samuel transcurrieron con mucha normalidad. Las buenas noticas no se hicieron esperar, el grupo de amigos estaban felices por el compromiso de Carla y Samuel; Lu confirmó sus sospechas el viaje a las Maldivas le dejó un hermoso recuerdo y Guzman al enterarse se puso loco de felicidad; Ander al recibir las maravillosas noticias por parte de sus amigas prefirió posponer el compromiso con Omar y disfrutar de la felicidad con ambas, sabía que algún día llegaría el momento de proponerle matrimonio al musulman; Valerio y Nadia tomaron la decisión de vivir juntos para comprobar si podían superar la prueba y después dar el siguiente paso; Rebeca seguía alejada de todos pero al tanto de los últimos acontecimientos.

A pesar de que todo era felicidad y tranquilidad, para Carla se le estaba volviendo estresante el paso de los días. Desde que había vuelto a Madrid se dedicó a ir a entrevistas de trabajo pero en ningún lugar la querían contratar.

— Buenos días cariño — dijo Samuel acercándose a ella y depositándole un beso en el cabello.

Carla le dedicó una sonrisa de medio lado y suspiró un poco — buenos días —

— Qué sucede? — preguntó Samuel preocupado, desde hace unos días la había notado rara, mostraba cambios de humor repentinos y se veía demasiado cansada.

— hoy tengo una entrevista más de trabajo — respondió Carla desanimada — pero ya se cual va ser la respuesta que recibiré — gruño para ella y colocó sus manos cubriendo su rostro.

— Carla ya lo hablamos — dijo Samuel colocando sus manos sobre los hombros de ella para empezar a darle masajes — yo puedo con los gastos de la casa y de todo, solo quiero que te dejes consentir —

— No Samuel — respondió molesta — No quiero ser una carga para ti. Somos un equipo. Así que deja que yo trate de conseguir trabajo — se puso de pie y se paró frente a él — qué es ese olor? — acercó un poco su nariz a la ropa de Samuel e hizo un gesto de asco.

— Es mi loción — respondió Samuel un poco confundido — es tu favorita —

— Ahora ya no — respondió Carla mientras le acomodaba el cuello de la camisa — me daré un baño, tengo que estar presente antes de las 11:00 am en mi gran entrevista — volvió acercar su nariz a Samuel — en definitiva ya no me gusta esa loción — le dio un beso en los labios a su prometido y lo dejó solo en el comedor.

Samuel solo se limitó a observar cómo se marchaba a la habitación, respiro profundamente y se encogió de hombros. Necesitaba relajarse y no caer en el juego de la provocación, las cosas iban de maravilla, se habían adaptado muy bien a vivir juntos, que lo que menos quería era discutir con Carla por una cosa tan insignificante como lo era el aroma de su loción.

Comprendía que la preocupación y el estrés que le estaba provocando ser rechazada en cada una de las empresas a las que iba a dar las entrevistas de trabajo la hacían comportarse así.

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Carla se encontraba nerviosa esperando su turno para pasar a la oficina y dar su entrevista. Sabía que no le hacía falta ningún centavo, afortunadamente tenía muy bien ahorrado el dinero de la venta del departamento y las ganancias que le habían dejado los negocios que hizo en Nueva York. Siempre se supo organizar y administrar, era una de las cosas que agradecía haber heredado de su padre. Pero necesitaba sentirse productiva, otra cosa que había aprendido de su madre, pero si quería lograr grandes metas con Samuel era importante que lo apoyara en todo.

— Srta. Roson? — preguntó la secretaria mientras salía de la oficina. Carla se puso de pie y sonrió — el Sr. Romero le espera — le indicó a la rubia que podía pasar.