No sin ti - Wos

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WOS

- Chicos cinco minutos y al escenario ¿estamos? –dijo el que se encargaba de los pases al escenario-
- Amor alegra esa cara -dijo Rosalía-
- No tienes que fingir aquí –dije cogiendo mi sudadera-
- Era para que cambiaras esa cara ¿qué mierda te pasa? Desde que empezamos la gira llevas así, creía que te hacía ilusión actuar conmigo –dijo acercándose a mí-
- Estoy contento por ello solo estoy cansado, no es nada –dije con una sonrisa forzada y alejándome de ella-

Un año y medio había pasado desde que Elisa se fue de mi vida, un año. Como había querido fui de gira y todo el mundo se había revolucionado con la noticia de que Rosalía y yo estábamos saliendo, pero solo era eso, contrato.

Muchas habían sido las veces que habíamos tenido que mostrar al público muestras de afecto entre los dos, que creía que iban a llenarme para distraerme de todo pero no me llenaban nada.

Muchas habían sido las veces que Rosalía aprovechaba el mínimo toque para tratar de ir a más, debí haberme dado cuenta de sus intenciones antes. Era su fan, lo era todo hasta que conocí a Eli, fue ahí cuando todo lo demás dejo de tener sentido para mí. 

Muchas habían sido las minas que se me habían acercado como siempre en una fiesta, y tremendas minas, pero no me salía hacer nada, no cargaba con ganas de mirar a nadie que no fuera ella. Me había alejado de mis amigos, excepto Ofelia que intentaba no perder contacto conmigo, no sabría que hacer conmigo si no estuviera encima mía apoyándome.

Me siento como una marioneta dentro de este mundo, yo no quería esto, quería mi antigua vida, quería todo lo que ame una vez y termine por romper. Desde que Elisa se fue siento un vacío muy grande en mi pecho, un vacío que por día se intensifica más y me deja peor de lo que estoy.

Fui tan miserable con ella, tan miserable con nuestro pequeño. Cuando pensaba en eso me largaba a llorar como una maricona a lo que era nuestra habitación, porque a pesar de que la situación para tener un hijo no era la mejor, la aparte de mi vida como si fuera un perro y a lo que sería en este momento mi hijo también.

Debí haber asumido las consecuencias y apoyarla porque había pasado por mucho y yo solo hice empeorarlo todo. Había sido todo tan difícil para los dos, había pasado todo tan rápido que no podía ahora mismo hacerme una idea clara de lo que debería hacer.

No quiere verme, me lo dejo bien claro y tiene razón. Por el amor que le tuve y le tengo no quiero hacerle mal ni a ella ni a mi hijo, porque él se merece un padre que este con él y que no haya salido corriendo como un cobarde, se merece una vida tranquila. Pero por otra parte pienso que esta mierda de vida está llena de obstáculos y que parece que se empeña en no dejarnos ser felices, y solo por eso iría a buscarlos y demostrarles todo lo que son para mí y cuan arrepentido estoy por todo.

Todos somos personas... todos tenemos miedo alguna vez y yo lo pague con las personas que más quise y quiero en mi corta vida. No me había dado cuenta de que termine por enésima vez con lágrimas sobre mis mejillas y temblando, no estaba bien, nada lo estaba conmigo. Me recompuse rápidamente cuando vi entrar a mi manager al camerino.

- Valen tienes que salir ya –dijo con una mirada triste – vamos campeón.
- Vamos –dije con una sonrisa forzada-

Y así eran todos mis conciertos, amaba lo que hacía y amaba esto pero me había dado cuenta que no podía disfrutar mi carrera profesional si mi vida personal no estaba completa como lo estaba hace dos años cuando ella estaba a mi lado, cuando todo estaba bien.

OFELIA

Todos conocíamos a Valentín, todos sabíamos que estaba en la mierda pero si es verdad que él fue quien lo busco en su momento. Se alejó de todo el grupo sin quererlo y cuando iba siempre a su casa estaba o durmiendo con ojeras y ojos rojos de haber llorado o con una botella de alcohol y un porro en la mano. Me dolía ver a mi amigo así y a los demás también les dolía aunque no lo demostraran.

Había pasado el tiempo tan rápido... Izel era ya como una más y estaba con Mateo, formalizaron por fin la relación. Yo por mi parte estaba bien, estaba empezando a hablar con un chico de mi antigua barriada y estaba ilusionada. El único al que siempre veía más triste era a Dtoke, era el único que tenía un lazo de confianza más fuerte con Valen y por lo que tengo entendido hace mucho que no hablan.

Ahora estábamos todos reunidos en la terraza de Dtoke, como cada viernes, compartiendo risas y recuerdos entre nosotros. No cambiaria esto por nada del mundo.
- Wawa pásame el porro ya –dijo Mateo molestándola de broma-
- Wacho que pajero que eres –dijo tirándole el porro-
- Que mierda Guada ????
- Nene relájate –dijo Izel besándole la mejilla a Mateo-
- Ahhh el amor –dijo Wawa para molestarlo de nuevo-
- Jajajajaaja chicos paren –dije riéndome- eu mañana es el cumple de Marquitos.
- Ese bebe es precioso –dijo Izel- tengo ganas de verlo.
- SI que lo es, tiene los ojos de su padre –dije bajando la cabeza, lo que se perdía Valen-
- Tiene prácticamente todo del padre –dijo soltando una pequeña risa Tobías- los ojos, el pelo... ¿queréis que siga?
- Che pero de la madre también la carita así finita –dijo Izel-
- Si eso es verdad -dije- me gustaría que todo fuera diferente.
- No creo que podamos hacer mucho ya Ofe –dijo Izel-
- Está muy mal Izel, nunca lo he visto así –dije mirándola-
- Mi amiga ha estado muy mal durante mucho tiempo y no tenía la ayuda de nadie, no saquemos este tema por favor –dijo tomando de su fernet-
- Tienes razón, soy una egoísta por pensar así –dije apartando mi mirada y concentrándola en mi móvil- creo que voy a ir yendo a casa chicos –dije levantándome-
- Vas a verlo ¿no es así? –dijo Dtoke- te conozco.
- No quería venir, siente que todo es su culpa y no tiene cara para miraros –dije suspirando- no quiero que termine completamente solo, si puedo hacer algo para que poco a poco vaya saliendo del pozo en el que esta lo hare.
- Iré contigo Ofe, necesito verlo –dijo Dtoke cogiendo las llaves del coche-
- ¿Estás seguro? –dije mirándole-
- Completamente –dijo seguro- vamos.

Nos despedimos de los chicos para ir a casa de Valen, tenía unos días libres de la gira y me dijo que los pasaría en casa. Antes de irme di una mirada a Izel y ella igual a mí. En el camino no había necesidad de decir nada, estábamos escuchando la radio y yo perdí mi vista tras la ventana, rezando porque mi amigo no estuviera borracho o fumado de nuevo.