manos entrelazadas ; tyunning/taekai

O O 5

La cena había concurrido con amenidad, pero las miradas de coqueteo entre Soobin y Kai no se hicieron esperar, mientras tomaban algo de vino sus ojos se cruzaban constantemente y el menor se sentía de manera diferente. No podía despegar la vista del cabello negro y la cara preciosa del otro, nunca se había sentido tan enajenado ante alguien en su vida, lo cual le parecía digno de estudiar en él. 

El mayor y por ende, más experimentado, notaba los ojos del otro brillar al voltear a mirarlo de vez en cuando; este particular resplandor sólo le recordaba a aquel chico de cabello azul que cuando se conocieron en aquel extraño lugar le pareció ver en sus ojos. Fue un viaje a Francia del que había vuelto recientemente y probablemente era uno que no olvidaría en mucho tiempo. 

Era inevitable para Huening Kai no caer en el atractivo e impresión que le dio Soobin, fue demasiado tarde cuando la cena finalizó y le dió en un papel su número al alto chico que portaba un traje negro y una camisa negra de cuello de tortuga. Soobin ya lo veía venir, siempre fue un conquistador así que sabía que habían cosas en común cuando alguien tenía un interés amoroso por él, eso siempre lo hacía sentir poderoso, a pesar de tener una pareja él podía seguir teniendo a más chicos a su merced y eso le gustaba. 

— Nos vemos luego, lindo — le dijo Soobin mientras se iba y se despedía de los padres de Huening Kai con una reverencia. 

Cuando la puerta principal se cerró, al haberse marchado la familia Choi, Kai quedó con el más agradable sabor de boca que, para ese entonces, le habían dejado en años, pues claramente Taehyun ocupaba el primer puesto. 

[...] 

Al día siguiente, Choi Soobin rompía con aquel chico bajito de aspecto tierno que nadie conocía pero de todas formas se sabía de su existencia pues una vez que fueras alguien dentro del círculo de Soobin, entonces los demás te verían. La escuela comenzó a formular chismes y rumores acerca de lo sucedido, porque era algo normal en la comunidad hacerlo.  

A Beomgyu poco le importó, eso le daba mayores posibilidades para ver a Taehyun sin parecer un infiel. Aunque lo fue, con el significado de cada letra. Con una sonrisa y un asentimiento hacia el otro simplemente aceptó el termino de su relación y se dio la vuelta para ir hacia Taehyun, que estaba parado frente a su locker después de ver todo. Al llegar el otro simplemente le dedicó una breve sonrisa. 

Huening Kai llegó y supuso que algo había pasado con su amigo pues la escuela hablaba mucho y eso casi siempre involucraba a Kang Taehyun, o cualquier otro chico, que claramente sólo conocía de nombre. Como aquel del cabello negro y piel pálida que nunca había visto pero escuchado mucho, sí. 

— Hola — una voz algo grave sonaba detrás de él sobresaltándolo pero haciéndole sentir extremadamente feliz cuando reconoció de quién era y girar sobre sí para mirarlo con una sonrisa. 

Vestía una sudadera negra y unos jeans negros que se ajustaban perfectamente a sus piernas, combinando con su cabello negro que sobresaltaba aquel día. Su sonrisa era un perfecto accesorio ahora que lo pensaba. 

— Lo siento por asustarte — le dijo con esa sonrisa que le estaba haciendo latir cada parte de su corazón como si fuera más pequeño y estuviese emocionado por jugar con Taehyun; dios, Taehyun siempre estaba en todo lo que le hacía sentir vivo. 

— No te preocupes, no me asusté realmente, sólo un pequeño salto — rió con discreción por su propio chiste, que en realidad fue bastante malo. 

Soobin sonrió, Hueningkai era bastante simpático e inocente. Y sintió la necesidad de atreverse a invitarlo a salir casi de inmediato. Necesitaba desesperadamente olvidar a aquel chico de cabello azul antes de que decidiera volver a París por unos días y correr a los brazos del otro. Y definitivamente él no se iba a ir a ningún lado sin besar aquellos labios de los que muchos hablaban y hacían expectativas. Porque aunque Hueningkai no lo supiera, o no se diera cuenta: muchos decían que era imposible que el chico no haya besado a nadie, algún otro proponía que a lo mejor besaba muy bien y otros simplemente se burlaban del hecho de la nula experiencia del joven.