manos entrelazadas ; tyunning/taekai

O O 7

Hueningkai era una persona que confiaba muy rápido en los demás. Y eso podía convertirse en un arma de doble filo, pues no solía ser alguien prejuicioso. Le gustaba conocer a los demás y con base en eso, hacer su juicio de valor.  Inevitablemente esto era con cada persona que había conocido (que, si es permitido detallar, habían sido muy pocas hasta ahora), puesto que no era una persona que hiciera amigos fácilmente. 

Vivió la mayor parte de su vida concentrado en la amistad que tenía ya con Taehyun que termino por olvidar que podía hacer más amigos. Si se presentaba la oportunidad, terminaba prefiriendo la amistad y lo que sentía al hablar con su amigo; la comprensión, apoyo y charlas aleatorias que le permitían reír por mucho tiempo era de las cosas que más valoraba en la amistad que tenía con Taehyun.

Algunas personas que dedicó más tiempo a conocer terminaron por traicionarlo, a pesar de eso seguía confiando en la gente demasiado rápido para su gusto. 

¿Confiaba en Soobin así nada más, a pesar de la advertencia de su mejor amigo? La respuesta se resumía en un rotundo sí. Porque sentía que podía confiar en él, y sobre todo, pensó que a lo mejor y todo lo que habían dicho de él y que había logrado escuchar eran chismes sin fundamento. Veía en aquel chico un poco más alto que él un carisma innegable, y si era honesto, en ese momento no estaba pensando.

Su cerebro sólo se concentraba en la manera en que Soobin llegaba a sonreír durante una amena charla, en la pequeña caricia que llegaba a hacerle en la mejilla, a la forma en que lo hacía sentir cuando lo miraba, cuando se acercaba a él de manera peligrosa. De manera inevitable, el chico se estaba ganando un pequeño espacio en su corazón. Sin embargo, no lo suficiente para alcanzar a Taehyun, en quien pensaba de manera frecuente cuando estaba con su ahora novio. 

Y eso lo consternaba tanto que a veces hasta se reía internamente pensando que era algo absurdo estar comparando la manera en que se sentía con su novio y su mejor amigo, se preguntaba si tenía sentido aquello. Y luego, suspiraba. 

[...]

— Salgamos hoy — Hueningkai pronunció. La cabeza de Soobin se encontraba en su regazo mientras el otro le daba pequeñas caricias en el cabello. Se incorporó para poder contestarle a Kai. 

— Por supuesto, amor — Hueningkai no terminaba por acostumbrarse a esas palabras cariñosas, todavía no terminaba por procesar que tenía novio — ¿a dónde quieres ir?

— ¿Al cine...? — sugirió, pero Soobin tenía planes diferentes. Había pasado una semana de que había empezado su noviazgo y a pesar de eso, aún no lograba besar al chico, era algo tímido y si no había escuchado mal los chismes, no había besado a nadie en su vida.

Soobin era una persona que le gustaba mover los hilos rápidamente, la palabra paciencia no destacaba en su diccionario y de cierta manera ya quería avanzar en aquella relación rápido y fácil. Además, Hueningkai le parecía muy atractivo, algo inocente eso sí (lo que lo conflictuaba un poco, ya que su tipo eran personas con una personalidad más atrevida), pero al final de cuentas le había mirado los labios ya bastantes veces y no dejaba de imaginar cómo se sentiría besarlo. 

Se le ocurrió que ya era hora de dar el siguiente paso y esperaba que Hueningkai cediera ante lo que iba a hacer. Acercó su boca al oído del otro. Estaban en la casa del menor, habían ido inmediatamente después de que habían terminado sus clases y como era costumbre, los padres de Hueningkai estaban trabajando, fuera del país.

— Vamos a mi casa — dijo en un susurro y con voz coqueta. El color rojo rápidamente adornó las mejillas de Huening Kai — quiero mostrarte algo...