Introducción: La Cabaña en el Bosque

275 13 0
                                    

La noche era lluviosa y bastante fría, el viento soplaba tan intensamente en Bleedeon como hace años no ocurría. Parecía que el tiempo se detenía en las pequeñas casas que rodeaban el reino, pues era tal aquella tormenta, que en la oscuridad de la noche no se lograba ver nada, salvo las siluetas de los árboles que se agitaban con fuerza.

Era media noche y la tormenta no cesaba, ningún rincón del reino parecía tener vida, excepto uno. Alejado de los confines cercanos al castillo, existía un gran bosque que rodeaba las orillas del pueblo de Rebellion, los pueblerinos de allí contaban que, dentro de aquel lúgubre bosque, existía una pequeña cabaña abandonada, la cual decían, estaba encantada. Se decía que habitaban seres de otro mundo, almas en pena de guerreros asesinados, y algunos relatos más que a cualquier persona susceptible que los escuchase, le erizaría la piel al instante. Sin embargo, ningún pueblerino se había armado de valor para desmentirlo, ya que esta cabaña había estado abandonada y oscura. Hasta esta noche.

Violeta Finn era una joven que se sentía tan poco comprendida por su familia, que había escapado de su hogar para reunirse con su prometido, y así escapar a su lado hacia otro reino para comenzar una vida nueva juntos. Bajo la intensa lluvia y el estruendo de los relámpagos, Violeta corría de prisa hacía el punto donde se encontraría con su gran amor, la cabaña en el oscuro bosque de Rebellion.

Pasó desapercibida por entre las callejuelas del pueblo bajo una capucha gris que la protegía de la lluvia, hasta que finalmente llegó al gran portón que dividía la sociedad de aquel basto y lúgubre lugar. Lentamente abrió la reja de metal y se internó en el bosque con cautela, observando atemorizada la silueta de los árboles golpeados por el viento, se percató por primera vez que sus piernas temblaban. Estuvo a punto de dar la vuelta y regresar a casa con su familia, pero la ilusión de poder escapar con aquel amor prohibido le brindó a la chica el valor que necesitaba, y es que ella sabía que la única manera de llegar al puerto de Bleedeon, sin ser vistos, era atravesar aquel lugar.

Al levantar la mirada removiendo el gorro que le cubría el cabello, pudo observar la cabaña, descuidada y con la madera ya bastante dañada por el ambiente, yacía en el centro de un prado rodeado por pinos muy altos que se balanceaban con el viento. Aunque Violeta conocía bastante el aspecto oscuro de esta construcción, esta noche parecía ser la más viva del reino, pues sus ventanas estaban iluminadas con una tenue luz de vela.

– Debe estar ahí- pensó ella impaciente por ver a su prometido, por lo que volvió a tomar prisa y corrió a la puerta que daba entrada a la cabaña.

Justo antes de llegar al pórtico del lugar, un sentimiento de frío recorrió su nuca, no sabía si eran los nervios por lo que estaba a punto de pasar, o la madera raída que rechinaba dentro de aquel escalofriante sitio. Fuese lo que fuese, Violeta temía mucho de estar ahí, pero a su vez sabía que era el único lugar donde podría reunirse con su amado. La Joven se quitó la capucha para dejar ver su largo y rubio cabello mientras subía los escalones del pórtico. El rechinido de cada escalón provocaba en Violeta un intenso vuelco en el pecho, pero eso no la detenía a seguir avanzando, aunque fuera muy lentamente. Llegando finalmente frente a la puerta principal, comenzó a abrirla despacio, intentando hacer el menor ruido posible. Dentro solo había un pequeño pasillo oscuro que culminaba en una ventana, sin embargo, a su derecha había una puerta cerrada donde, a través de la ranura que daba al suelo, podía vislumbrar la luz de las velas que se veían desde afuera.

Los ojos de Violeta se iluminaron con ilusión mientras lentamente se acercaba a la habitación, donde seguramente estaría su amado – ¿James?- dijo casi en un susurro mientras tomaba la perilla de la puerta, cuando justo antes de abrirla, escuchó una voz en el interior, una voz que no era la de su prometido.

– No será tan fácil como habíamos pensado, existe una interferencia, alguien ha notado que estamos aquí- dijo la voz de una mujer dentro de la habitación.

AAS: BleedeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora