VI

1.3K 98 12
                                    

El agua de aquel río era cálida a esa hora, además que no había ninguna criatura extraña que le gustara el agua por allí, haciéndolo el doble de cómodo para relajarse y limpiarse en paz.

Se preguntaba si esa paz acabaría pronto, esperaba que no.

Debían estar a salvo por ahora, y hasta mucho tiempo más si es que tenían suerte.

Terminó de asearse y se vistió con alguna ropa abandonada que encontró por la casa, sorpresivamente no le quedaba tan ajustada a pesar de su gran tamaño corporal.

Eso sí, le incomodaba un poco el no tener aquella parte de su traje que le cubría el estómago, este definitivamente no era su estilo de vestir, pero no tenía otra opción.

No pensaba ponerse una túnica de mujer como aquellas que quedaban en ese armario.

Lavó como pudo su ropa original y se las llevó hacia la casa para dejarlas secando en alguna parte.

Ni siquiera quería mirarse al espejo, ya teniendo puesta aquella ropa le traía miles de recuerdos.

Cualquier persona le hubiera dicho, que se veía igual a su padre, no necesitaba verse para saberlo.

Miró a su alrededor y tomó un cuadro de aquellos que yacían colgados por ahí y lo sopló para limpiarlo.

El matrimonio conformado por Leia y Han (bastante más jóven) sostenían a un pequeño bebé de cabello oscuro y tez pálida en sus brazos, era él, obviamente.

Pues si, aquella casa, no era nada más ni nada menos que la casa donde Ben Solo había vivido por un largo tiempo durante su niñez.

La cama donde dormía rey en ese momento fue su habitación.

Pudo haberla dejado en la habitación de sus padres, la cual era mucho más espaciosa y cómoda, pero desde que llegaron, no se atrevía mirar más allá del clóset, solo había entrado a sacar prendas y salió sin mirar nada más.

Sabía que si ponía más atención y se tomaba el tiempo de mirar, sus barreras podrían romperse, y no iba a permitirse el ser vulnerable bajo ninguna circunstancia.

Menos estando Rey bajo el mismo techo.

Esa casa tenía una larga historia, fue en aquel planeta donde Ben nacería, sus padres habían decidido alejarse un poco de todo para poder pasar junto a su hijo durante la infancia, al menos ese era su plan, hasta que, como ya hemos mencionado, ellos igualmente se la pasaban trabajando en distintos ámbitos, dándole muy poco tiempo al pequeño Ben, quien en busca de compañía o diversión, salía a lugares como aquel río en el que se había bañado momentos antes.

El planeta había sido abandonado drásticamente a causa de que Han Solo había vuelto a jugar mal sus cartas, unos peligrosos contrabandistas de la época lo buscaban para matarlo a él y a todo el que lo acompañara.

Con suma precaución alertaron a sus muy pocos vecinos del peligro, muchos de ellos se unieron a la resistencia y otros, con ayuda de Leia, escaparon a otros planetas cercanos.

Ya que todo fue muy rápido, la mayoría de sus pertenencias no tan importantes quedaron abandonadas.

Ahora Ben ocupaba aquello que había sido dejado de lado por su padre, no sabía si disgustarse o simplemente verlo como un trozo de tela más.

Sabia que Rey reconocería ese estilo de vestir, y tal vez con su gran inteligencia podría asumir en qué lugar estaban, esperaba que no fuera así y que al menos él pudiera explicarle con más calma en algún otro momento.

Se sacó la chaqueta de cuero para hacerlo todo más fácil, no la necesitaba por ahora.

Tocó suavemente el umbral de la puerta.

-¿Puedo pasar?

-Si, pasa

Al pasar obviamente ella se llevaría una sorpresa.

Jamás se hubiera imaginado el poder ver a Kylo Ren con ropa un poco más normal.

-¿Cambio de estilo?

-Mas bien, necesidad e higiene

-Oh, ya entiendo, ¿de dónde sacaste eso?

-Ropa abandonada que me encontré en un armario.

-Vaya, tal vez yo también quiero algo para cambiarme... yo estoy en las mismas que tu- suspiró y, por alguna razón, aquellas ropas le sonaban a alguna persona.. pero lo ignoró-me gustaría darme un baño

-Tendría que llevarte hacia el río, pero es muy arriesgado, no podría vigilar que no te pasara algo

-¿Por qué n-...?- se detuvo bruscamente y un gran sonrojo inundó su rostro, se sintió algo torpe al no darse cuenta- Es verdad...

-Solo te pasaré la ropa y ya está- se paró para ir en busca de ello y no darle muchas vueltas al tema

-¡Espera!

Se dio vuelta para mirarla

-¿Si?

-Yo... tengo una idea

-Te escucho-se sentó a los pies de la cama, acomodándose un poco, la verdad es que estaba bastante cansado.

-Podrías vendarte los ojos y, por si acaso, ponerte bien lejos y darme la espalda mientras me baño- no supo disimular los nervios y, obviamente, la vergüenza, quién no se pondría así.

-Podría ser

-Si hay peligro, lo sentirás gracias a la fuerza, pero aún así no te me acerques!

-Eres astuta carroñ- recibió un golpe en la cabeza- Rey...

-Cuidado con esa boca

-Como digas... iré por la ropa

-¿Ahora?

-Mientras más rápido sea, mejor- fue en busca de alguna vestimenta apropiada para que pudiera andar cómoda

La gran mayoría de aquellos trajes, vestidos, etc, eran de una alta calidad, aunque fuera el traje más casual igualmente tenia su toque de elegancia y fineza.

Jamás sería bueno escogiendo ropa, pero tomó un conjunto que se parecía al que rey llevaba normalmente en jakku, solo que este tenía otro estilo... mucho menos... casual.

-Supuse que algo así podrías usar, no sé si será de tu talla- le estiró las prendas y de paso unas vendas.

-No tenemos muchas opciones...- Al tomar la ropa en sus manos quedó asombrada- Pero si esto es hermosísimo.

-Si tu lo dices, ahora, vamos

-Oh si si, claro- abrió las tapas para hacerle más fácil el trabajo

-Antes de vestirte tendrás que cambiarte las vendas- la tomó en brazos y comenzó a caminar en dirección al río.

-Entiendo

Era la primera vez que ella podía ponerle más atención a todo aquel verde que los rodeaba, quedó maravillada con aquel planeta, deseaba bajarse de los grandes brazos de aquel hombre e investigar más a fondo aquello que veía.

Al llegar pudo ver que la zona se veía segura, todo era bastante tranquilo, apenas había corriente, aún se mantenía algo tibia el agua.

Lentamente la bajó cerca de una roca donde el mismo había dejado sus pertenencias mientras se bañaba.

-Aqui puedes dejar tu ropa- la bajó con cuidado- me quedé con un pedazo de tela para vendarme los ojos, me pondré por allá- apuntó a una zona solo un poco alejada- grita si necesitas algo y, por favor, se cuidadosa y camina lento, no te vayas más allá de la orilla, no puedes caminar tanto-

-Okay okay ya entendí

Sin decir nada más se retiró y al llegar a la zona apuntada suspiró y se vendo los ojos, por inercia se tapó un poco el rostro, un pequeño sonrojo se había asomado en sus mejillas.

Al ponerse nervioso habló más de lo que normalmente haría.

"Que fastidio, se dijo a sí mismo"

...

Saving you. (Reylo, en español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora