VIII

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Los días pasaban, cada uno era más tenso que el anterior, ambos no sabían qué hacer con sus emociones.

Rey por lo menos cada dia iba mejorando, ya podia pararse sola a veces, en otras seguia necesitando la ayuda de él, el cual tomaba delicadamente sus manos y la guiaba donde ella quisiera, el solo estar cerca del otro les brindaba paz, una corriente eléctrica corría por sus cuerpos, ambos deseaban muy en el fondo que aquellos momentos jamás se acabaran.

Eran cobardes, apenas podían se separaban y hacían como si nada hubiera pasado, creyendo que si ignoraban lo que ocurría sus sentimientos se irían.

Una noche Rey no podia conciliar el sueño, se paró y caminó por la casa, solo por "curiosidad" se acercó a la habitación de Ben para ver si tal vez ella no era la única que no habia podido pegar ojo.

La habitación estaba vacía, se preocupó.

-¿Ben?

Silencio.

Caminó fuera y fue en dirección al río, frenó estrepitosamente y sus mejillas se coloraron.

Ben estaba con el torso fuera del agua y estirandose largamente.

Se escondió donde pudo y no pudo contenerse a mirar, deseó que no saliera del agua, o que si al menos lo hacia, que por favor tuviera algo de ropa en la parte inferior de su cuerpo.

Estaba fascinada mirandolo, sus musculos se marcaban en gran cantidad, a pesar de estar en esa tierra él había seguido entrenando e intendo alimentarlos a ambos de la mejor manera posible, su cabello estaba mas largo y normalmente lo mantenía en un moño, pero ahora estaba suelto y mojado, todo era un gran show para ella.

Por un momento los sonidos de alrededor se frenaron bruscamente confundiendola, al parecer estaba tan concentrada en él que sin querer los había conectado.

-Podrías haber intentado pasar un poco mas desapercibida.

Jamás había sentido tanta vergüenza, tapó su cara y se dejó caer con su espalda en el árbol.

Respiró profundamente y suspiro.

-No podía dormir y vi que no estabas en la casa.

-¿Acaso te preocupaste?- dijo con un tono burlesco esperando una respuesta en el mismo tono, la cual no recibió.

-Puede ser....

Un silencio los llenó, ella no lo vio pero las mejillas del caballero de ren se habían colorado de un leve color rosado.

-Ven, estoy vestido lo suficiente no te preocupes.

Inhaló fuertemente y se paró para caminar en su dirección, todo su cuerpo temblaba, se dió vuelta para mirarla, le ofreció su mano.

Se miraron intensamente, dudando un poco aceptó su invitación sin saber qué significaba.

La atrajo hacía el bruscamente, tomandola por sorpresa y la tomó de la cintura.

-¿Ben?...

Sus ojos se iluminaron al escuchar su nombre, gracias a ella cada vez lo aceptaba más.

Tomó su cara, dejando caricias en su mejilla.

Las palabras no eran necesarias, nadie mas importaba, nada.

Se acercaron y, finalmente, se besaron.

Saving you. (Reylo, en español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora