Saving you. (Reylo, en español)

II

- Hey, despierta, estamos a punto de descender -

Sus ojos se abren lentamente para acostumbrarse a las luces de la capsula y los vuelve a cerrar para volver a taparse.

- Oye, oye, te dije que despertaras no que te taparas -

- Ya te escuche, ya estoy despierta, relajate -

- Estoy relajado - obviamente no lo estaba, jamas lo estaba.

- Bien, ¿a donde se supone que vamos? -

- No lo conoces, no vale la pena que te lo diga -

- ¿Perdona? ¿Que sabes tu sobre mi conocimiento de planetas? -

- Vienes de jacku, alejado de todo y de todos, basicamente en medio de la nada ¿como conoceras un planeta que esta a varios años luz de distancia? -

- Se mas de lo que tu piensas -

- Como digas -

La nave anuncio el pronto aterrisaje en el extraño y lejano planeta, el descenso fue tranquilo y al llegar se pudo notar como el lugar ya estaba inhabitado completamente, las casas eran de un material antiguo, descuidado, bastante simples, los bosques y plantas se habian adueñado del terreno cubriendo casi todo a su paso, al menos eso se podia ver desde las ventanas de la nave.

Las compuertas de esta se abrieron dejando que el olor puro del bosque se pudiera percibir perfectamente.

- Bien, aqui estamos, arriba - los fuertes brazos del chico la volvieron a rodear elevandola de donde estaba recostada antes y, sin decir nada, siguio caminando hasta llegar a una casa en particular bastante llamativa comparada con las demas.

- ¿Como conoces este lugar? - al levantar su mirada noto como el rostro de kylo mostraba nostalgia y un toque de tristeza, era obvio que no le habia prestado atencion a sus palabras y solo se fijaba en todos los muebles y decoraciones que habian alrededor- oye... ¿estas bien? - paso una mano frente a sus ojos para que reaccionara y al fin la mirara, sus miradas se conectaron haciendo que, por una razon desconocida para la joven, su corazon se acelerara y sus mejillas se tornaran de un color rojizo.

- Si... estoy bien - la caminata siguio y desvio su mirada de la chica, sentia que si la seguia mirando ya no podria parar -

Las paredes estaban llenas de cuadros y extraños objetos, los cuadros ya antiguos con polvo en su superficie no dejaban ver lo que habia detras del vidrio, pero era obvio que habian fotografias.

Entraron a una habitacion comoda a simple vista, solo que llena de suciedad como el resto de la vivienda.

- ¿Crees poder estar parada unos momentos? -

- La verdad no lo se, pero no perdemos nada con intentar - kylo asintio y delicadamente la fue bajando hasta que sus pies tocaron el suelo, el dolor de la herida obviamente seguia presente pero no era extremo - Creo que estoy bien -

- Bien, no te muevas, no camines, voy a despejar un poco aqui - tal como dijo empezo a limpiar el entorno, saco el polvo de las sabanas, con herramientas de limpieza que ya habia en la casa, barrio y sacudio los muebles como pudo, no era bueno en esa labor pero al menos lo intento, la aprendiz de jedi lo miraba divertida - ahora si, ¿puedes caminar? - sin darse cuenta por inercia la habia tomado de las manos para ayudarla, ninguno de los dos dijo algo al respecto.

La chica dio un paso y se quejo pero siguio adelante hasta llegar a la cama donde el la ayudaria a sentarse y de paso ponerse a su lado.

Nuevamente sus miradas se conectaron, todo a su alrededor desaparecio, eran solo ellos dos en un planeta abandonado, el bien y el mal conviviendo en un solo lugar brindandole paz y equilibrio a todo aquello que los rodeaba.

El miraria sus labios atentamente por unos segundos, preguntandose por que le llamaban tanto la atencion y volveria su mirada a sus ojos para no levantar alguna sospecha, todo era extraño y confuso para ambos, ninguno sabia que hacer o decir, solo se miraban como si fuera la primera vez que se vieran, como si aquella guerra que se desataba en la galaxia en esos mismos momentos no existiera.

Kylo Ren se habia ido durante unos instantes dejando a un ingenuo niño completamente confundido y, por primera vez, con ninguna idea de como reaccionar ante la cercania de otra persona, que, aunque no quisiera admitirlo en voz alta, lo llamaba y preocupaba de una manera peculiar.

- ¿Crees poder quedarte sola unas horas?...