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Advertencias: para leer esta segunda parte y comprenderla debes haber leído previamente Kilig. Omegaverse. SeongWoo.

Si el anterior capítulo era largo, este ni se diga, 9000 palabras aproximadamente.

Si el anterior capítulo era largo, este ni se diga, 9000 palabras aproximadamente

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Wooyoung despertó, adolorido.

Apretó sus labios, confundido por no saber dónde se hallaba producto de la desorientación del sueño, y frotó sus ojos reconociendo el vagón donde todo el mundo dormía. Tomó un suéter, abrigándose mientras se ponía de pie para salir del lugar, queriendo despejarse porque se sentía extraño y perdido y triste.

Se sentía demasiado triste y quería llorar, pero no sabía por qué.

Aunque no fue una buena idea salir, por supuesto.

―Mami.

Se volteó, viendo a Xion, delgado y pálido, sentado alrededor del fuego que mantenían encendido en todo momento para poder tener algo de calor durante las comidas. Su sonrisa, por supuesto, era hermosa, era feliz, contenta, y llena de un infinito amor que algo pareció romperse en su interior.

―¿Qué ocurre, mi vida? ―preguntó Xion ajeno a él, sosteniendo en sus brazos a Jisung.

El pequeño, por supuesto, también estaba feliz, sonriendo, mientras sus manitos se cerraban alrededor de la ropa de Xion y frotaba su cabecita contra el cuello de su mamá.

Se vio a sí mismo catorce años atrás, sosteniendo a Jongho contra su pecho, el bebé sonriéndole, mostrando sus dientecitos en crecimiento, queriendo ser impregnado por su aroma, y el dolor en su corazón estalló otra vez.

―Te estanieeeeee muuuuuchioooooo ―canturreó Jisung para luego comenzar a reír cuando Xion le hizo cosquillas en el estómago.

Wooyoung tropezó, sus ojos llenos de lágrimas.

Xion se volteó ante el ruido repentino, pero Wooyoung se obligó a bajar la vista, fingiendo estar recogiendo algo para poder limpiar su rostro. No podía quebrarse, no podía derrumbarse frente al mundo, no podía permitirse que todos supieran que, en el fondo, a pesar de que no necesitara a un alfa, si necesitaba a su bebé en sus brazos aunque hubieran pasado catorce años.

Wooyoung tenía que seguir aguantando por mucho que doliera.

―Tío Wooooooo ―llamó Jisung.

Tragó el nudo en su garganta, levantando la vista para componer una sonrisa en su rostro.

―Hola Jisung ―saludó acercándose, inclinando su cabeza hacia Xion―. Hola, Xion.

El omega le observó en helado silencio.

―Deberían ir a dormir ―dijo Wooyoung con amabilidad―, ya es tarde y–

―Estoy esperando a Leedo ―le interrumpió Xion bruscamente para luego mirarlo, rabia contenida en su rostro―. ¿Tú también lo esperas, YouYing?

Yuanfen || SeongWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora