Capítulo 1 - Tienda

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Narra Olga

Estoy sentada en el borde de mi cama viendo a la nada, estoy en esos momentos donde no sabes que hacer, porque tienes mil cosas que hacer pero no quieres ninguna pero al mismo tiempo no quieres simplemente quedarse haciendo nada.

-Olga cariño puedes venir un momento - grita mi madre.

-Voy - le gritó de vuelta.
Salgo de mi cuarto y me voy en dirección a la cocina la veo algo atareada.

-Que pasa ma - le preguntó mientras me recuesto en el desayunador.

-Sabes que tu hermana al fin nos va a presentar a su novio - yo asentí - pues necesito que vayas al supermercado por estas cosas que me falta - iba a protestar pero me lo impidió - Y no quiero un no igual no estás haciendo nada.

-Bien - le dije tomando el papel que tenía en su mano y dándome la vuelta.
Volví a mi cuarto a ponerme un suéter ya que hacía frío y mis tenis tampoco iba a salir en pantuflas a la calle.

Salí de mi cuarto y fui hacia la puerta de salida salí, me dirijo al ascensor y noto un papel de que estaba descompuesto.

-Genial - dije para mi y me dirijo rendida a las escaleras por suerte vivíamos en el 3 piso.

Llegue hasta la primera planta, y note el viento tan fuerte que soplaba debí haber usado otro suéter.
Salí a la calle y si el viento era increíble, no llovía por suerte pero mis manos se comenzaron a congelar.
La tienda estaba a solo 5 cuadras pero las sentí como si hubieran sido 5 kilómetros.

Entre a la tienda casi congelada.
-Ay muchacha pero por qué sale así se va congelar - me dijo la señora de la tienda.

"Como si yo hubiera querido salir así, no ve que mi torpe madre me obligó" - pensé.

-Verdad que sí - le dije con una sonrisa, tampoco eran una mal educada.

Tome una canasta y  comencé a buscar las cosas de la lista, no era una lista grande pero tampoco pequeña.

-Queso rallado, guacala - dije cuando escuche a alguien reír.
En el lugar no había mucha gente pero tampoco estaba vacío, miré a mi alrededor a ver quien era la persona que reía pero no había nadie. Así que seguí buscando.

-12 Naranjas de las más naranjas - volví a escuchar las risas, aunque yo también hubiera reído osea naranjas de las más naranjas mi madre está loca.

-Salsa de tomate, pero del tomate más rojo, que como voy a saber eso - volví a escuchar las risas - ya no - dije enojada.
No se escucho nada.
-Ahora si te callas pero para reírte de esta tonta lista si puedes - dije pero no recibí respuesta, así que caminé hasta el final del pasillo.

-Perdón - salió una chica bajita de la nada haciéndome pegar una salto para atrás junto a un pequeño grito - Perdón, perdón no quería asustarte - me decía algo ruborizada.

-Asustarme casi me provoca un infarto - le dije tomando mi pecho.

-Ay tampoco - dijo rindose - Espera - cambio su cara a una seria - A solo que padezca del corazón, ay no lo siento si necesita agua o algo yo se lo traigo, ya le traigo algo para que se siente - dijo acelerada.

-Que no no sólo me asustaste - le dije.

-Ahhh - respiro profundo - Que alivió.

-Bueno nos vemos - le dije pasado junto a ella.

-Ehhh espera, no necesitas ayuda para tu curiosa lista.

-Es cierto - me volví hacia ella - porque te reias de mi?.

No voy a soltar tu mano (Olkis - Makia) En PausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora