Si hace un año alguien le hubiese dicho que amaría ser gay e incluso agradecería a Dios por ello, JungKook se habría reído mucho y muy feo.
Bueno, tal vez no, porque ante todo el respeto. Pero en su mente si se habría reído mucho.
La vida no podía tratarlo mejor, JiMin lo había besado, su primer beso había sido con el chico más maravilloso que había conocido. JungKook podría saltar en un pie ante tal alegría.
Había seguido con su rutina de escaparse de casa, incluso se había reído al escuchar a sus padres hacer oraciones del otro lado de la puerta, pidiendo a Dios que lo regresara al buen camino, como si alguien le hubiese dicho que ser gay era el camino del mal. En la escuela todo iba bien, seguían metiéndose con él, sobre todo después de que el profesor NamJoon le tumbara un par de dientes a su patético padre, sin embargo no era algo que realmente me molestase, pues había aprendido de JiMin y TaeHyung que lo mejor, era caminar con la frente el alto y sonriendo.
El primer día se habían reído de él, supone que fue por haber tomado demasiado literal el consejo, sin embargo JiMin había sido muy amable y le había explicado a lo que se referían realmente.
De una extraña forma, TaeHyung se había acercado a él, descubrió con el paso de los días, que el chico no era tan molesto como creía, en realidad tenía una personalidad juguetona que simplemente atraía a las personas. Incluso con JiMin, habían organizado un tarde de películas, en la que JungKook pudo conocer a un lindo cachorro de nombre Yeontan, y había visto dos películas de las muchas que tenía prohibidas.
Después de ese día, JungKook había decidido acompañar a JiMin hasta su casa, principalmente porque quería quedar bien, aunque puede que un poco fuese también por el deseo ardiente en su interior de recibir un beso. Desde el primero que JiMin le había robado, JungKook no había dejado de pensar en ello y soñar con esos bonitos labios. Puede incluso que durante clases los haya mirado con cierto deseo, pero eso era un secreto, aunque puede que JiMin lo haya pillado un par de veces, pero es que no sabía muy bien como ser discreto.
Los días pasaban y JungKook solo había recibido otro beso, JiMin le dijo que sería el último pues él era serio y no un chico fácil que besaba a todos. Ese mismo día, Jeon se propuso encontrar el momento adecuado para hablarle al de cabellos rosas sobre sus sentimientos, sus deseos más profundos y como había llegado a visualizarlos juntos en un futuro no muy lejano.
¿Regalarle flores era demasiado? Había aprendido que JiMin no quería ser tratado como una chica, pues era un hombre fuerte, capaz y muy inteligente. JungKook puede que no lo haya dicho, pero estaba encantado con ese lado del chico brilloso, amaba que fuese delicado y fuerte a la vez, un hombre con el que JungKook quería seguir creciendo, acompañarlo en sus metas y ayudarlo a cumplir sus sueños.
Ahora que lo pensaba, a JiMin le gustaban los gatos, quizá regalarle algo relacionado era lo indicado, aunque aquel ratón de Disney no era una mala opción tampoco.
¿JiMin aceptaría ser su novio?
No lo sabía, pero esperaba que si, ya entonces trabajaría en un plan para hacer entender a su padre que, no hay nada malo en ser gay, que amaba a JiMin de la misma manera y con la misma honestidad con la que ama un hombre a una mujer.
No importaba como, JungKook no pensaba ocultarse más en un armario, pues no estaba en sus planes opacar o tratar de ocultar la brillante luz de su precioso JiMin. No quería apagarlo, en realidad, JungKook quería brillar junto a él.
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❁꙰ ❭Born To Shine ✧ J.Jk x P.Jmˎˊ-
Historia CortaJungKook llega a una nueva casa con su familia, a un lugar donde aprenderá a amar, aceptarse y reconocer que nació para brillar, todo mientras lucha contra lo que le hace daño y busca la verdad sobre su hermano. "Nacimos para brillar". ✨Inspirada en...