❁꙰ ❭Born To Shine ✧ J.Jk x P.Jmˎˊ-

En nuestra próxima vida

Habían sido tantos años desde que había querido conocer la verdad, en los que había guardado cierto grado de rencor por su hermano, culpandolo de dejarlo solo en el infierno que era vivir con su padre. Tantos años de ignorancia en los que no tuvo ni idea del tortuoso infierno que vivió YoonGi.

Su hermano había sufrido mentalmente a un nivel que, las heridas físicas eran solo un mal chiste. YoonGi había llorado desde lo profundo de su corazón, mientras su alma se rasgaba y luchaba para ponerse de pie una y otra vez, tratando de ser su escudo aún cuando su propio cuerpo estaba destrozado.

YoonGi había sido tan valiente aún con sus miedos, le había puesto como su prioridad y había peleado por su bienestar. Él había sido tan fuerte en su debilidad.

JungKook caminaba llorando, buscando entre flores, fotos y palabras de aliento, aquel lugar donde su hermano había encontrado su último lugar de reposo. Vio allí flores frescas, confirmando las palabras de NamJoon, quién cada segundo día llevaba flores blancas a su hermano.

Vio frente a la urna con sus restos, una vieja foto de su hermano sonriendo, mostrando sus encías y con sus bonitos ojos brillantes. ¿Cuando fue la última vez que lo vio sonreír? Ni siquiera puede recordarlo con certeza, tan solo sabe que fue en uno de aquellos días oscuros, donde el cielo se había vuelto oscuro y los rayos apenas lograron iluminar un poco para que sus ojos pudieran vislumbrar un poco de su piel pálida.

Frente a ese lugar, JungKook no resistió ni un poco más, cayó de rodillas y se abrazó con fuerza, deseando que entre sus brazos estuviese el delgado cuerpo de su hermano. Deseaba tanto volverse de nuevo aquel niño pequeño, al que su hermano rodeaba por completo con sus delgados brazos y le decía “Ggukie, pequeñito Ggukie”

Quería volver el tiempo, regresar a cuando su hermano estaba vivo, llenar de besos sus mejillas rellenitas y decirle cuánto es que lo ama, tomar su mano, decirle que juntos no tenían que tener miedo y huir con él de casa. JungKook deseaba haber sido fuerte antes, defenderlo de su padre y decirle: “Graciar por nacer, por seguir adelante. Gracias hyung, por seguir vivo”.

Quería volver el tiempo y hacer todo diferente, pero aquello era solo un sueño, un imposible que tan solo aumentaba su dolor.

Sobre el suelo, lleno de dolor y llorando como no lo había hecho desde que lo había perdido, JungKook llevó su mirada hasta YoonGi le miraba llorando también, con una sonrisa amable en su rostro y sus manos dentro de las bolsas delanteras de su pantalón.

—YoonGi hyung —dijo con su voz quebrada—, gracias por todo, por ser un hermano tan maravilloso, por amarme y cuidarme, por intentar protegerme y por estar siempre a mi lado —limpió sus lágrimas y mostró una dolida sonrisa—. Yo seré fuerte ahora, viviré la vida que cuidaste y será hermosa por la que tú no pudiste vivir.

»—Tomaré las alas que me diste y volaré, dejaré de esconderme y brillaré como tú siempre supiste que debía ser. Voy a tener una vida hermosa pero, por favor hyung, espera por mi, porque en nuestra próxima vida, deseo que vuelvas a ser mi hyung, mi hermano mayor y, en esa próxima vida, te juro que te protegeré.

JungKook se quedó de rodillas, YoonGi asintió con una hermosa sonrisa mostrando sus encías, acarició la cabellera de Jungkook, como solía hacer cuando este era pequeño, dejó un beso sobre su frente y finalmente se fue. JungKook dejó escapar un suspiro, besó la urna de su hermano y susurro un suave “te amo” antes de regresar con NamJoon y JiMin.