❁꙰ ❭Born To Shine ✧ J.Jk x P.Jmˎˊ-

Chim

JungKook no había visto al "chico brillante” —como él mismo le apodó— desde aquel día frente a su casa, supuso que este tendría más o menos su edad, por lo que no habría oportunidad de coincidir más allá de la escuela, eso suponiendo que asistirían a la misma. Por ello mismo, JungKook se sorprendió cuando, de pie en la entrada junto a sus padres, pudo vislumbrar al “exótico chico” caminar hacia la iglesia, llevando en sus manos una pequeña carpeta.

A diferencia de la anterior ocasión, JungKook no tenía miedo de lo que pudiese decir su padre, pues esta era la primera ocasión que conocía a los feligreses y, dar una mala impresión, no estaba en sus planes. Agradeció también el hecho de que el chico en cuestión, avanzara por la puerta derecha y no la central, que era donde ellos se encontraban.

No pudo evitar seguirlo con la mirada, suponía que estaba preocupado de lo que aquel chico pudiese provocar, sin importar el hecho de que llevase cubierto con un gorro sus rosados cabellos. Lo observó hablar con una señora que le recibió con una amable sonrisa, también vio como esta le ayudaba con delicadeza a cubrir los aretes en sus orejas con aquel mismo gorro con el que cubría su cabeza.

JungKook esbozó una suave sonrisa cuando observó al brillante chico sonreír cerrando sus ojos.

Cuando se dio cuenta de tal acción, aclaró su garganta y volvió sus ojos al frente, donde su padre saludaba a algunos señores de clase social alta.

Pasaron cinco minutos en los que buscó mantener su mirada alejada del chico de cabello rosa, intentó incluso fijar su mirada en la hija de una de las damas, pero no pudo evitar hacer una mueca con su boca en cuanto ella le sonrió coqueta.

Volvió entonces su mirada al mismo lugar de antes, pero no encontró rastro alguno del chico brillante, tan solo a la señora que revisaba la carpeta que le había sido entregada. Buscó por todo el lugar con su mirada, creyó incluso que esté se había retirado, sin embargo, no espero que este estaría de frente, con una mirada seria caminando hacia su padre.

JungKook casi sufre un infarto allí mismo, sobre todo cuando vio al chico quitarse el gorro de la cabeza, revoloteando con su mano libre sus alborotados cabellos. No había dudas, por la manera en que incluso había acariciado sus orejas perforadas, JungKook estaba seguro que aquello, era una declaración de guerra ante la mirada furibunda que le dedicaba al menor su padre.

—Hola —dijo con suave voz, haciendo el mismo gesto que la primera vez, mirando de arriba a abajo a su padre con un gesto de desprecio en su cara.

JungKook quiso moverse de su lugar, tomaría a su padre del hombro y le pediría ayuda con cualquier cosa a fin de evitar un drama.

—¡Chim!

El de cabellos rosas volteo hacia el lugar del que provino aquella gruesa voz. Por inercia JungKook hizo lo mismo, siendo testigo de como el pequeño destello de brillo corría con una enorme sonrisa en su rostro hasta donde un alto chico de piel canela le esperaba con una gran sonrisa cuadrada.

No tuvo que esperar más para voltear su rostro, aquello era un poco incómodo.