Querida Hermana Mayor 07

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Se fuerte..

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—..Esta ardiendo en fiebre..— susurró Beatrix aun con su gélida mano sobre la frente ardiente de la menor. Esta respiraba de forma agitada, sus pequeñas y regordetas mejillas se encontraban sonrojadas acausa de la fiebre que ahora tenia. Karlheinz la observaba atento a las expresiones de dolor en el rostro de su primogénita, no había dicho ninguna palabras mas que solo observarla y analizar la información en su memoria. Un leve brillo se vio reflejado en sus carmines ojos, el experimento estaba fallando en el sujeto de pruebas en el cual más fe tenía sobre esta y ahora sufría uno de los tantos efectos secundarios que tenia por consecuencia.

—..P-Papá..— susurro entre abriendo sus soñolientos ojos, mientras estiraba su temblorosa mano hacia él, con una expresión de suplica y miedo en sus orbes. —..Porfavor..— suplico temblorosa, el mayor no se movió de su lugar, solo la observó.

—..Tranquila Reiko, tu padre esta aquí..— la mano de la rubia fue tomada y envuelta entre las de la mujer sentada a su lado, sustituyendo a las de Karlheinz. Beatrix contuvo cierta molestia hacia el albino ante la maldita indiferencia de su esposo. —..Estarás bien, solo resiste un poco..— la menor miro a la mujer, esbozando una pequeña sonrisa en sus pálidos labios; sonrisa que dejo a Beatrix confundida.

—..Beatrix se parece mucho a Shū..— murmuro. —..Shū saco lo bonito de Beatrix..

—..Estas delirando, descansa por favor Reiko— la menor asintio débilmente mientras cerraba sus ojos. En ningún momento soltó la mano de la mujer.

—No lo entiendo..— habló al fin Karlheinz, captando la atención de su segunda esposa quien aun sostenía la mano de la debilitada Reiko. —Ese maldito suero debía funcionar, debia hacer efecto en ella.

Beatrix fruncio los labios. —Su cuerpo aun es inmaduro, no esta preparado para ello.. Debías ser mas considerado con Reiko..— los ojos rubíes del mayor se fijaron en la pequeña rubia. Noto como su pecho subía y bajaba con rapidez, creando preocupación en él.

Lentamente se acerco hacia la rubia para luego tomar su mano entre las suyas, una pequeña sonrisa se dibujo en sus labios, sujetando con un poco mas de fuerza su mano. Algo dentro de Karlheinz se remordía, quizá su conciencia o su corazón.

Su primogénita desde pequeña había sido una niña enfermiza; Karlheinz estaba totalmente en contra de su nacimiento. El esperaba un varón con un cuerpo fuerte para heredar el trono y asi dar inició a la nueva generación de híbridos de vampiros-humano, sin embargo, sus planes se fueron abajo al ver a la pequeña criatura que descansaba sobre las cálidas telas cubiertas de sangre que rodeaban su pequeño cuerpo.

Karlheinz no necesitaba una inútil niña en sus planes, ¿O si?.

Los fríos ojos de Karlheinz miraban con furia a la bebé, ¿Que debia hacer? ¿Dejarla en el bosque a su suerte? Seguramente un animal salvaje saciaría su hambre con ella, si no moriría de hambre pronto, ¿Asesinarla? Lo estaba considerando.. Miles de pensamientos e ideas acerca de ello llenaban su cabeza.

"¡Papá!"

De pronto.. lo que parecia ser un voz femenina invadió su cabeza, pensó que quiza la decepción de esa criatura le estaba causando alucinaciones.. Estaba jugando con su cabeza, si eso debía ser.

Finalmente se dignó a mirar mas de cerca a esa cosa, Tougo quedo encantado al ver esos bonitos orbes que resplandecían cual brillantes esmeraldas. El llanto desesperado de la bebé no tardo mucho en hacerse escuchar, observo el pequeña bracito que se estiraba en su dirección con la palma abierta como si rogara por su atención, lentamente acerco su mano. Quedó totalmente sorprendido ante la fuerza que la nena ejercía sobre su dedo índice, apenas y lograba rodearlo por completo.

Esa fuerza eran las ganas de Reiko por vivir, ella intentaba aferrarse a la vida tal y como lo hacia con el dedo de su padre. Karlheinz sonrió, quizá mas tarde, esa criatura le seria útil. Cubrió el cuerpo de la bebé entre su cuerpo de forma que se manteniera protegida de la gélida madrugada.

Finalmente se la llevó.

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Él albino se inclinó frente a su hija para luego besar su frente con cariño, debía seguir buscando él antídoto.. Debia hacerlo por su hija.

—..Papá encontrará la cura, solo espera un poco más..—Murmuró aumentando su agarre contra la mano de la menor.

Beatrix giro su rostro con pena. Sabía que él mentía, no había cura para ello.

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↠𝑄𝑢𝑒𝑟𝑖𝑑𝑎 𝐻𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑎 𝑀𝑎𝑦𝑜𝑟..↞|| Diabolik LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora