7 (SPANISH)

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UN PAR DE DÍAS DESPUÉS...

Singto abrió la puerta de su habitación con expresión cansada y, con un suspiro triste, dejó su abrigo y maletín en una de las sillas cercanas.

Sus ojos, enrojecidos y sin luz, se posaron en la fotografía que ocupaba la mesa principal de la sala. Fotografía en la que aparecía abrazando a un joven de cabellos oscuros que miraba hacia la cámara con expresión tímida pero llena de alegría.

Un muchacho que... que ya llevaba varias semanas sin dar señales de vida.

"Krist..."

Lo cierto era que no tenía noticias suyas, nadie las tenía y... sin duda él iba a ser el último al que se las dirían si es que llegaban a saber algo acerca del joven. Y, para ser sinceros, estaba comenzando a perder las pocas esperanzas que le quedaban de que Krist apareciera... de que le permitiera explicar toda esa dichosa situación en la que estaban metidos.

Especialmente tras las palabras del amigo del joven.

Ese mismo día, una vez más, había ido a ver a Toptap e implorado su ayuda pero... al igual que en los días anteriores... el muchacho se había negado completamente diciéndole incluso que lo que Krist necesitaba ahora era estar lejos de él.. Lejos de todo y de todos.

Singto negó con la cabeza, rechazando cualquier posibilidad de que, lo que le había dicho Toptap acerca de darse un tiempo, fuera lo mejor para ellos.

"Sólo necesito encontrarle y explicarle lo que ha ocurrido... no voy a perderle. ¡No puedo perderle!"

- "¿Dónde estás, Krist?" - murmuró mientras se dejaba caer en una de las sillas - "¿Por qué no apareces?".

El joven suspiró con tristeza para, inmediatamente, sacar su teléfono móvil y revisar la bandeja de entrada.

Estaba vacía salvo por los mails de Ohm.

"¡¿Es que no se va a cansar nunca?!", se dijo mientras comenzaba a borrarlos sin siquiera abrir uno de ellos.

Finalmente, cuando borró el último, respiró profundamente y cerró el aparato.

Sus ojos se deslizaron entonces por el pequeño cuarto de hotel en el que vivía desde el día en el que se había marchado de su propio apartamento.

"Si tan sólo se lo hubiera dicho a Krist...", pensó mientras escondía la cabeza entre sus brazos, "debí haberle contado la verdad".



FLASHBACK...

- "No voy a volver contigo Ohm"

- "Pero..." - musitó el joven que, con expresión desolada, dejó caer las flores sobre el suelo del departamento - "yo creí... nuestros padres me dijeron...".

Singto negó con la cabeza.

- "No sé qué te habrán dicho, pero tengo pareja" - dijo con voz decidida mientras tomaba una fotografía de la mesa y se la enseñaba al joven.

En ella, sonriendo tímidamente, estaba Krist que, como en muchas otras ocasiones, había posado a regañadientes.

- "No le gusta que le tomen fotos.. pero, a pesar de ello, siempre me deja tomar todas las que quiera" - susurró Singto mientras acariciaba con un dedo el rostro del joven - "y sólo porque sabe que es una de mis aficiones favoritas".

Ohm gruñó.

- "Tu madre no me ha dicho nada de ésto... es más, me ha asegurado que me habías estado esperando todos estos años" - dijo sin apartar la mirada del rostro de Singto.

Éste, sin embargo, comenzó a reír levemente.

- "Ohm... no te he escrito ni una sola vez en todos estos años" - comentó el joven mientras volvía a dejar la fotografía sobre la mesa - "y, que yo sepa, nuestra última conversación fue bastante clara...".

- "Ya lo sé pero..."

Singto negó con la cabeza.

- "No hay peros, Ohm" - dijo con gesto definitivo - "ya no siento nada por tí.. y voy muy en serio con Krist. No voy a volver contigo"

FIN DEL FLASHBACK...





Singto suspiró recordando cómo Ohm le había suplicado que le dejara quedarse en el apartamento durante unos días... al menos hasta que sus padres volvieran de su viaje de negocios.

- "Es que no tengo la llave de la casa, Singto" - le había dicho con expresión implorante - "se suponía que iba a quedarme contigo...".

El joven suspiró mientras se daba pequeños golpes en la cabeza.

"Y yo como un idiota lo dejé quedarse en casa hasta que sus padres volvieran..", se dijo, "¡Cómo pude ser tan iluso!".

Pero no...

Ahora no era el tiempo de recriminarse...

Debía encontrar a Krist y contarle toda la verdad.. ESO era lo único importante ahora.

- "No voy a dejar que un malentendido como éste nos separe" - murmuró mientras levantaba el rostro de entre sus brazos - "voy a encontrarte, Krist. Lo juro".

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La Señora Ruangroj suspiró mientras que, con gesto expectante, esperaba a que su marido terminara de leer el informe que el detective de la familia acababa de entregarles.

Sin embargo las palabras y la expresión de su marido, lejos de ser las que ella esperaba, estaban haciendo que se sumiera aún más en la preocupación que sentía desde que se había enterado de la verdad.

- "Así que ya ves... parece que ese tal Krist es un buen chico...muy trabajador" - dijo finalmente el Señor Ruangroj, con una leve sonrisa, mientras dejaba los papeles sobre su escritorio.

- "Pero... ¿y Ohm?"

Su marido, sin embargo, negó con la cabeza.

- "No tiene sentido seguir con eso, mujer... Singto ha sido bastante claro"

- "Pero..." - comenzó a decir ésta mientras estrujaba el pañuelo que tenía entre sus manos y con el que, desde su última conversación por teléfono con Singto, intentaba evitar que el maquillaje se le corriera a causa de las lágrimas.

- "Mi amor... tienes que hablar con Mara, no puedes seguir posponiéndolo por más tiempo..." - continuó diciendo su marido mientras señalaba con un dedo hacia los papeles - " Krist es un joven perfecto para nuestro Singto... además de que es a quien él ama...".

La Señora Ruangroj, sin embargo, negó con la cabeza mientras le lanzaba una mirada de súplica.

- "¡No puedes hablar en serio!" - exclamó mientras se inclinaba hacia la delante - "seguro que sólo es una rabieta de Sing... sé que aún ama a Ohm y...".

- "¡Basta ya!" - exclamó, para su sorpresa, su marido mientras tomaba el informe con una mano y lo hacía girar por el aire - "Singto ha sido muy claro con respecto a Ohm... desde hace ya años. Nunca pensó en volver con él y, sinceramente, va siendo hora de que lo aceptes...¡ De que ambas lo hagáis!"

Tras lo cual, y con gesto enfadado, se levantó de su asiento y, abriendo la puerta, se marchó dejando a su mujer sola.

Completamente sola salvo por sus pensamientos y por una lista, cada vez más corta, de motivos con los que poder rechazar al joven que había elegido su hijo.

Un hijo que... conociéndolo como le conocía... no iba a descansar hasta encontrar a ese tal Krist.

Y cuando eso pasara...todo los planes que ella y Mara habían ideado por años acabarían destruidos.

La mujer suspiró, dejando caer su rostro sobre uno de los brazos del sillón, sintiéndose nuevamente la persona más sola e incomprendida de toda su familia.

- "Diantres.."

LOVE AND TEARS/AMOR Y LAGRIMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora