Nuestros Últimos Días Juntos ~NightDream~

《.•°Día 2°•.》

Te estuve buscando lo que restó del día, no te puedo encontrar. Nightmare, no seas malo, quiero estar contigo, y tu también. No entiendo por qué te escondes, no tengas miedo, yo también lo tengo.

Ya es de noche, la lluvia nunca paró, ahora estoy todo mojado, ya que no me pude cubrir con nada. No encuentro refugio, y no logro usar mis poderes para irme. Me he quedado allí, en el piso, tratando de cubrirme con mis brazos, pero ni eso puedo. Si sigo aquí me enfermare más, y ya es mucho con las flores. Y hablando de eso... duelen, que que he empezado a sangrar.

Cerré los ojos tratando de no pensar en eso, aunque es imposible. Junté mis piernas a mi cuerpo para después abrazarlas, quería buscar calor. Veía como la lluvia limpiaba la sangre mía, haciendo un pequeño charco teñido de rojo en el piso, debajo mío. Traté de no sentarme en eso, me estaba empezando a marearme, tal vez sea el sueño que tengo en estos momentos. Igual, ya pasó la medianoche más o menos, tal vez sean la 1?... las 2?

Volví a cerrar los ojos, no creo poder dormir bajo la lluvia, pero lo intentaré.

~•~

No puedo, estoy cansado, ya ni moverme puedo, estoy empezando a sentir como mi temperatura está subiendo y bajando rápidamente. Tengo fiebre, no hay duda.

Pero de repente algo me tapó de la lluvia, un poco confundido levanté como pude la cabeza, ahí estaba tú, mirándome. Quería hablar, pero no lo logré, solo pude mirarte con una sonrisa. Esto no es otro sueño, no?

Te agachaste a mi altura, después me tomaste para ponerme en tus brazos. Fue raro, hace mucho que no me ves ni a la cara, pero me agradó, terminé acurrucado en tu pecho, tratando de tomar tu calor.

~•~

Había vuelto a despertar, esta vez en una habitación. Estaba todo oscuro, no lograba ver nada, eso hasta que mi vista se aclaro. Me senté en la cama y empecé a mirar a mi alrededor, sí era una habitación, pero no había nada, ningún mueble, solo la cama. Miré mi cuerpo, ya no tenía la ropa de antes, ahora tenía un camisón largo que llegaba hasta arriba de mis rodillas. Y algunas partes de mi pierna como de mis brazos tenían vendajes, algunas manchadas de sangre.

Me sacó de mis pensamientos un repentino frío, que me hizo volver a la cama y taparme. Hasta ese momento no me había dado cuenta que estaba a mi lado, recién cuando miré a un lado y te vi. Primero no supe si estaba despierto o no, pero cuando di la vuelta para estar cerca tuyo, noté que tenías los ojos cerrados. Por lo que asumí que no, estabas dormido.

Aproveché eso para poder acercarme a ti, me quedé a una distancia pequeña de ti, no me moví de ahí, solo me quede mirándote. Acerque mi mano a tu mejilla, para después de unos segundos de miedo apoyar la mano. Hace mucho que no teníamos este tipo de contacto.

Pero eso no duró mucho, porque de repente abriste tu ojo, y eso hizo que me asustara y me entre un miedo. Ya que tu ojo color esmeralda era lo único que resaltaba en la habitación oscura. Me aparté rápidamente por miedo a que me hicieras algo, pero... no lo hiciste. Solo volviste a cerrar el ojo y seguiste durmiendo.

Me quedé un momento sin hacer nada, fue muy raro para mi, el que no hicieras nada. Dejé de pensar en eso y solamente me volví a acercar a ti, poniéndome lo más cerca que podía y después también cerrar los ojo.

Es lindo estar cerca de ti...

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