Nuestros Últimos Días Juntos ~NightDream~

《.•°Día 3°•.》

La noche pasó, recién me despertaba, recordando lo que había pasado. Levanté la vista, encontrándote a mi lado, seguías dormido y no te habías movido desde que me puse a tu lado. Sonreí al saber eso, por primera vez en siglos me dejaste estar tan cerca de ti. Aunque todavía no me aceptas del todo, me doy cuenta.

Me alegra saber que te importo de tal manera que me salvaste de posiblemente morir en la lluvia. Se que estas cambiando a bien, no creo que me sacaste de allí para hacerme daño o aprovecharte de mi, o eso quiero creer. Pero muy en el fondo se que estoy en lo correcto.

Sin hacer movimientos bruscos que podrían despertarte, me acerqué lo que mas pude, quedando al lado de ti. Apoyé mi cabeza en tu pecho, y de manera sutil te abrace. Y así me quedé, por varios minutos, hasta que despertarte.

Parece que no sabía que estaba despierto, me empezaste a acariciar la cabeza hasta llegar a mi cuello. Haciendo que una pequeña risa saliera de mi boca y un pequeño escalofrío que me hizo encoger mi cuello. Apartaste tu mano de allí mientras te reías un poco, después me abrazaste con ese brazo.

Llegué a un momento en que me moví, y allí te diste cuenta que estaba despierto. Apartaste tu brazo mientras me sacabas de tu lado, me miraste de manera seria mientras preguntabas.

-Estuviste despierto todo este tiempo?-

Yo respondí que no con la cabeza, no quería arruinar aquel momento, por lo que solo mentí, no voy a hacer daño a nadie por decir que no. Me miraste raro por un momento y después te levantaste de la cama. Iba a hacer lo mismo, pero de inmediato me empujaste de vuelta a la cama. Te miré confundido y tu un poco enojado, haciendo que un pequeño miedo me entrara.

-Tienes fiebre, no te levantes de la cama-

El miedo desapareció, y la confusión me llegó, yo no tenía fiebre, ya se me había ido hace mucho, desde ayer que ya no la tenía. Traté de explicarte eso, pero no me querías creer, hasta que tomaste mi cabeza con ambas manos y juntaste tu frente con la mía. Eso hizo que me sonrojara y mi temperatura subiera un poco. Después de unos segundos te separaste y formaste una sonrisa burlona.

-Vez que tienes fiebre? Tienes un poco de calentura y hasta se te puso los cachetitos amarillos-

Me agarraste de ambos cachetes y lo empezaste a aplastar un poco. Me soltaste mientras reías un poco y volvías a acostarme en la cama y después taparme.

Y así te fuiste, dejándome solo en aquella habitación supuestamente porque tenía "fiebre" y necesitaba descansar. Pero tampoco desaproveche esa oportunidad y me tapé hasta la cabeza, me puse de lado y cerré los ojos tratando de dormir al menos un ratito mas.

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