Promises or lies.

VEINTICINCO

Para variar, por fin, hoy pienso en mí
Aunque quiera tenerte
Pero no soy tan fuerte
Para superarte

Porque me aferro que no fue un final
Sino un alto en el cuento
Un: "Otro día lo intento"
Voy a recuperarte

Y es que no quiero ilusionarme
Porque yo sé cómo es la vida
Pero nunca supe cómo darte por perdida...

Así que enamórate de alguien más, reemplázame
Que no soy capaz de olvidarte, de olvidarte
Por favor, ayúdame con el dolor e ignórame
Que estaré mejor sin hablarte, sin hablarte...

Eso era exactamente lo que me sucedía contigo, eres tan inolvidable que accedí al reemplazo, dejé de luchar por tu amor, a sabiendas que me morí por casi diez meses a causa de tu indiferencia, pero prefería eso a mantenerte encadenado a mí. Un fracaso en la vida, un error humano más. Un cuerpo reemplazable por otro, un alma sin valor para ti.

Tu felicidad duró tan poco como la mía, me gustaba esa sensación de venganza, me deleité mientras lo oía, pero mi sentimiento de superioridad se fue al carajo cuando acompañé a Simón con sus amigos y eras un invitado; pude ver lo egoísta y egocéntrica que fui.

Eras otro, el dolor te estaba consumiendo poco a poco, estabas muy delgado, ojeroso y descuidado, no eras el Juan Pablo al que amé con locura. En ese momento me rompí, me entristeció tanto el estado en el que te encontrabas, tu calzado eran unos tenis viejos, ibas con un pantalón verde militar holgado y una sudadera negra con la imagen de una calavera con barba y lentes.

En toda la noche no dejaba de mirar el estado tan deteriorado en el que estabas, me di cuenta que lo que Simón me decía no eran simples palabras, era una triste realidad.

Bebiste hasta hartarte y tambalear, vomitaste a un hombre alto de barba y sombrero, quien amablemente te llamó la atención, la manera en que se refirió a ti me decía que eran buenos amigos.

-Perro ya está muy mal, deje de beber así, da lástima ¿Te llevo a tu casa mejor?.
-Lléveme al infiersno, si no es con... Marietta no quiero NADA!! —Y te soltaste a llorar—

No cabe duda que la Tusa nos da diferente a todos, mientras que unos estuvimos al borde del suicido aislados de todos y todo para olvidar de por vida, otros simplemente bebían hasta llegar a un olvido momentáneo pensando en que ojalá fuese un olvido para siempre, en fin lo que se esperaba era lo mismo, con motivos diferentes pero con el mismo fin.

Tu mirada se fijó en la mía una hora después, te acercabas a mí poco a poco, cada paso que dabas era un segundo menos para mí para pensar en que hacer una vez teniéndote frente mío.

Una vez teniendo tus ojos observándome fijamente, no pude seguir aquel juego de miradas y por necesidad voltee a otro lugar. Frente a mi rompiste en llanto cayendo de rodillas, me pedías perdón de una manera desgarradora, aquellas palabras que sentí que no salían de ti, sino, de tu corazón. Aquellas personas en el lugar aquel se nos quedaron viendo, te pedí que no siguieras con eso sin embargo solo conseguí un —No me interesan los demás, ahora caigo en cuenta que se siente estar en este horrible lugar, no puedo dormir ni vivir tranquilo, soy culpable por mentir, soy culpable por dañar a un ser que jamás me demostró otra cosa que no fuese amor puro— Mis sentimientos provocaban muchas cosas, sentía cosquillas casi punzadas por todo el cuerpo, las palmas de mis manos sudaban, las piernas me temblaban, mis orejas y mitad de mis mejillas ardían y se formó un nudo en mi garganta.

-Levántese de ahí por favor, no haga el ridículo con ella —dijo aquel hombre de casi 1,90 y sombrero— discúlpelo, está muy ebrio seguro la confundió con alguien—-me dijo muy apenado—

-¡¡Suélteme Isaza!!, Karelly perdón, mentí mucho durante todo el tiempo que pasamos, mentí cuando decía que eras mi todo, prometí amarte siempre hasta la eternidad y te mentí "pongo todo de mi por ti"mentí prometí muchas cosas y mentí "esto es un amor real" mentí mentí!!

-¡¡Ya cállate!!, -te grité con todas mis fuerzas mientras sin darme cuenta mi mano ya había tomado el impulso suficiente como para hacer que tu cara se volteara, mi cara que estaba empapada en llanto solo denotaba desdén y tristeza hacia ti- Olías a humo de cosas ilegales y a vomito, tu estado tan deplorable me daba pena por ti, porque a pesar de toda la mierda que me hiciste sufrir era bastante humana como para tener compasión por ti, y se que a veces puedo pecar de buena persona, pero aquel día supe que ya no tenías donde pasar la noche y te llevé conmigo.

Por aquellos días ya tenia como costumbre quedarme a dormir en casa de Simón, pues a mi casa ni en drogas te hubiera llevado, ¿Hasta cuando tu presencia me seguiría atormentado?. Te pedí que te dieras una ducha, entre lágrimas ambos guardamos silencio, para ser exactos no sabía por que llorabas, y tampoco sabía el porque de mi propio llanto. Simón te prestó un pijama y te dormirías en la sala. ¿Que crees?, eres tan terco que no te bastó con hacerme sufrir en el pasado. Al parecer cada palabra que salía de ti eran dagas hiriendo cada parte de mi ser.

-Es necesario hablar contigo, por favor bonita...
-En tu vida vuelvas a llamarme así, ¿oíste? -me dolieron esas palabras saliendo de mi boca pero estaba tan herida que ya no sabía cómo reaccionar- Ya fue suficiente, ya déjame en paz, si no fuera por mi no estarías aquí en casa de Simón. Solo me causas dolor. ¿Entiendes?

Quedaste con la cabeza agachada y no dijiste nada por un rato hasta que de tu boca salió un escaso -Lo siento-

-ah? -fué lo único que salió de mi boca-
-Perdón por jamás haberte amado, perdóname por todo lo que hice. Ahora que me enamoré de verdad te entiendo. -me dió tanto coraje que dijeras que jamás me amaste, mientras yo lo di todo por ti, me dio tanta rabia saber que a quien pertenecía tu corazón es a quien jamás de amó, pero oh sorpresa ese mismo es mi caso-

-¿Que quieres que haga para que me perdones?
-Que te mueras -y me levante del sofá enojada con el nudo en la garganta que prevalecía-

Una vez en la habitación de Simón sollozaba como hace meses no lo hacía, saqué toda esa rabia e impotencia que tus palabras me ocasionaron, porque volví a lo que hace mucho tiempo no sentía, rabia y tristeza del saber que no fui lo que esperabas, el escuchar que jamás me amaste y mi llanto fue en vano. Lloré hasta que mi cabeza me dolía tanto que me quedé dormida.