¡¿Dónde Está Mi Mayora?!

¡Por el amor del goloso!

Hijikata caminaba tranquilo. Era su día de descanso e iría a visitar a su novio. Llevaba una caja de pastelillos de fresa, chocolate, nuez, vainilla, menta y fruto rojos. Eran para los chicos y una leche de fresa para su amado. También llevaba un paquete de cigarrillos para Otose-San, aceite de calidad para Tama y un buen vino tinto para Catherine.

Llegó a la puerta y fue recibido por su novio. Los chicos también salieron a recibirlo. Kagura lo abrazo y le quitó de las manos la caja de pastelillos.

- ¡Gracias Toshi!- Exclamó ella corriendo a la sala para devorar un pastelillo de chocolate

- Muchas gracias por los pastelillos, Hijikata-San- Agradeció Shinpachi sonriendo

- No fue nada, pensé que les gustaría algo dulce- Dijo Hijikata para después besar a Gintoki en la boca- esto es para ti- Le dijo entregándole la leche de fresa

- Muchas gracias, no debiste molestarte- Mencionó Gintoki queriendo salir para ir con su novio a algún lado, pero este le detuvo- ¿Qué?

- Falta que entregué esto- Comento bajando las escaleras para ir al bar de abajo, siendo seguido por Gintoki

Hijikata entro al bar, Tama estaba limpiando mientras Catherine bebía y Otose-San la regañaba por holgazanear en el trabajo.

- Buenos días- Saludo el subcomandante

Otose-San sonrió al verlo.

- Buenos días subcomandante ¿Qué lo trae por aquí?- Pregunto Otose-San

- Traje estos regalos para ustedes- Dijo entregándole la bolsa con los cigarrillos, el aceite y el vino- es una forma de agradecimiento

- Si es por lo del otro día no había necesidad de esto- Comento ella dejando la bolsa en la barra- pero gracias, aunque no debiste traer algo para está buena para nada- Dijo señalando a Catherine

- ¡No diga eso vieja bruja!- Gritó Catherine indignada siendo golpeada por Otose-San- ¡Ahhh!

- Amor ¿Podemos irnos ya?- Pregunto Gintoki tomando la mano de Hijikata

Tama estaba como si nada sorprendente hubiera ocurrido, Catherine en cambio se sorprendió bastante al verlos, pero Otose-San sonrió.

- Veo que Gintoki no morirá solo, me alegra que esté bueno para nada haya conquistado el corazón de un buen hombre

Gintoki se sorprendió al escucharla mientras que Hijikata se sonrojo hasta las orejas.

- Jajaja, te ves adorable subcomandante- Exclamó ella dándole palmaditas en la espalda

- Déjalo en paz, vieja bruja- Reclamó Gintoki

- Bueno subcomandante, diviértete con el holgazán- Dijo ella guiñándole un ojo provocando un aumento del rubor en sus mejillas

Gintoki un poco irritado jala a Hijikata hacia afuera.

- ¡Oye, calma, no seas bruto!- Le grita Hijikata tratando de soltarse del fuerte agarre de Gintoki- ¡Ya basta!- Logra soltarse una vez que estaban frente a un local abandonado- ¿Qué diablos te sucede, permanente?