Pequeñas gotas de lluvia iban adornando poco a poco el rostro de ambos jóvenes mientras que cálidos rayos de sol bañaban sus rostros, lentamente en el azul cielo se pintaba un bello arcoíris.
El silencio entre ambos jovenes era quebrado por el susurro de los árboles y el cantar de los pajarillos.Izuku y Shinso se encontraban recostados a los pies de un frondoso árbol del cual las hojas se mecían con una suave brisa.
El ojiverde deseaba hablar con el joven mago, pero al verlo sumido en sus pensamientos decidió no molestarlo.
Hitoshi analizaba las palabras dichas por aquel príncipe, le parecía realmente admirable la forma en la cual expresaba su punto de vista, pero no podia evitar el hecho de pensar que si no ocultaba su "don" de aquel joven de radiante sonrisa podría ¿perderlo?, tantas ideas pasaban por su cabeza que lentamente fue cerrando los ojos hasta quedar dormido.
El pequeño gato recibía mimos del joven de verdes cabellos, que lo dejaba descansar en su regazo, minutos después sintió una leve presión, al ver qué era, vió al ojeroso descansando, recostado sobre uno de sus hombros.
Instantáneamente las mejillas del príncipe se tiñieron de un leve color rojizo.
-"Shinso, Shinso; despierta, ¿Acaso estás muy cansado?"- susurró el peliverde con pena mientras le daba suaves empujoncitos en un intento de despertarlo.
Al no recibir respuesta alguna se rindió, no quería interrumpir la siesta del contrario así que lo dejo descansar.
Al poco tiempo vino volando una pequeña paloma blanca con una delicada cinta dorada en una de sus patas.
-"¡Oh no!, ya debo irme"- murmuró el príncipe.
-"Gracias por venir a avisarme pequeña"- agregó y la paloma se posó sobre sus manos mientras que el gato se levantó del regazo del joven.
Midoriya se levantó con cuidado de no incomodar al mayor y lo recostó suavemente en el árbol, en ello un venado se acercó al joven de ojos verdes, que sacaba de su bolso una pluma estilográfica y una pequeña libreta.
Inmediatamente arrancó una hoja en la cuál escribió, la dobló de manera uniforme y se la dió al venado.
-"Por favor despiértenlo si no despierta hasta más tarde, podría preocupar a su familia; ayúdenlo a salir del bosque"- pidió el joven príncipe al gato y al venado quienes movieron la cabeza en afirmación.
El joven acarició a ambos en manera de agradecimiento, luego sacó un pequeño frasco que contenía una pequeña flor de loto, dejó el pequeño frasco en el regazo del mago y se retiró junto a la paloma blanca mientras que el arcoíris se desvanecía lentamente.
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Profecía de Amor
Fantasia☀🌈🌌🌌🌌Hace mucho, mucho tiempo habían dos reinos, el Reino de las Hadas y el Reino de los Magos, estos eran muy unidos,...pero cierto día el reino de los magos fue cegado de la ambición y intentaron conquistar al reino de las hadas, y fallando en...