𝕲𝖆𝖙𝖆 𝖆𝖑𝖎𝖊𝖓𝖎𝖌𝖊𝖓𝖆. | Gohan.

Capítulo 7.

Una gata alienígena.

Capítulo 7.

Hoy presentamos...

"Sentimientos"

Gohan dormía pacíficamente en su cama mientras que Fran lo observaba con seriedad desde un estante alto, bajo sin hacer ruido provocando que su cuerpo cambiará de forma como si fuera una serpiente para después volver a la normalidad colocándose al lado de él aun estando en el suelo sentada. Alza su mano derecho con su dedo índice extendido, su mano se torna completamente roja, estaba apunto de lanzarle aquel rayo justamente en el pecho, donde se sitúa el corazón de ese Saiyan pero... Al final baja su mano y suspira frustrada. No le esta agarrando cariño, ¡Jamás le agarra cariño...! Pero...

Sus orejas se agachan e igual su mirada.

Fue el único que después de lo que intento hacer con invadir el planeta y encima marcarlo con sus garras en su rostro, la acogió en su hogar y la trata bien después de todo. Aparte de que le da de comer...

—Los humanos... son extraños o... Saiyajin. —Comentó por primera vez la gata con mucha dificultad y con un acento Ruso.

Se alejo de la cama para saltar hacia la ventana, una vez en el marco derrite el seguro con su láser y la abre para finalmente salir de allí en cumplir su misión.

Una vez de vuelta entra por donde salio y cierra la ventana en silencio. Ya era de mañana pero el cielo aún era estrellado. Camino hacia la puerta de la habitacion para salir pero al escuchar una inhalación de sorpresa rápidamente se esconde por mero instinto dentro de un armario. Asomo un poco su rostro en la puerta entreabierta para poder mirar al azabache quien se había sentado alarmado para luego mirar con tristeza al lado de su cama. ¿Que le sucedía?

Alza una ceja confundida, ¿Y ahora?

Coloca sus pies en el frío suelo para luego colocar sus codos en sus rodillas y sus manos en su rostro para así comenzar a llorar junto con unos sollozos cosa que impresionó a la muchacha y bastante.

—Videl...

Ya se estaba dando una idea de lo que sucedía, ¿Era su hembra? Sentía pena por él. Sus orejas caen como su mirada. Entiende ahora el porque olía a melancolía y pasto... Pero posee aún los ánimos para seguir adelante con esa pérdida, es por eso que olía a flores.

La puerta del armario rechina al moverse y el Son rápidamente dirigió su mirada allí encontrándose con la peliazul quien salía del mismo para acercarse a su 'amo'.

—¿Francisca? 'Sniff' Pe-pense que estarias durmiendo en la habitacion de Pan.

Esta maullo, pero no de forma fría como siempre lo hacía con él, esta vez fue más delicado y amable haciendo que este con sus ojos cristalizados y rojos abriera demás sus parpados.

Se levantó sobre sus patas para acercarse a él haciendo que se coloque nervioso hasta que fue rodeado por los brazos de la hembra quien frotó ligeramente su cabeza contra el pecho de este ronroneando en el proceso.

El Son quedo estático, conmocionado, sus emociones se revolvieron. Abrazo de vuelta a la gata hundiendo su rostro en el cuello de esta al atraerlo más a él. Nunca se había desahogado con alguien pues no veía necesario molestar a los demás con sus cosas cuando nadie hace eso con él. Se sentía muy bien, tanto así que volvió a dejar escapar las lagrimas de nuevo.

—Gracias. —Susurro.

Ella no dijo nada, solo siguió abrazándolo hasta que finalmente se calmó para separarse de él pero antes de que se fuera de allí fue agarrada del brazo haciendo que lo miraba confundida y sin hostilidad alguna.