𝑃𝑎𝑟𝑡𝑒 𝐼𝑋

167 16 0
                                    



—¿Estás bien Luna? No respondías a nuestras llamadas, no estabas en tu habitación.—dijo Mónica al instante en que su hija cruzó la puerta, Ámbar no regresaba con ella, había decidido quedarse con Sharon un rato más.

—Estaba saldando la última deuda que mis padres no pudieron pagar.—abrazó a su madre sintiendo como ambas se relajaban.

—Tu padre, Simón y Matteo están en la sala, nos tenías preocupados a todos.

—No hay nada de qué preocuparse mamá, todo está bien.—le sonrío preparándose para lo que se le aproximaba, los hombres más importantes en su vida tenían un buen sermón listo para ella.

Entró a la sala esperando una escena de personas enojadas, pero en lo más profundo de su corazón sabía que ellos no eran capaces de matar ni una mosca.

—Buenos días amiguitos.—dijo con calma para demostrarles que no había nada malo en su actitud, por consecuente nada malo había pasado con ella.

Su madre que iba detrás suyo le hizo señas a Miguel para que los dejaran solos, él le respondió con más señas dándole a entender que primero necesitaba una explicación de parte su niña.

—¿Solo así Luna? Estábamos asustados.—dijo Matteo intentando hacerse el bravo aunque en realidad estaba totalmente aliviado de que hubiera regresado.

—No hice nada malo, estaba con Ámbar.

—¿Fuiste con ella?—preguntó Simón, aunque claramente ya tenía respuesta a eso.

—Sí, tenía que hacer algo y ella se ofreció a acompañarme.

—¿Y dónde está ella? Porque que yo haya visto no está contigo Luna.

—Tranquilo papá, ella decidió quedarse un rato más.

Para ellos era suficiente, Miguel se levantó y se fue con Mónica ya que sabía que no obtendría mayor respuesta por parte de su hija, solo esperaba que lo que tenía que decirle su esposa calmara sus dudas.

—Fuiste por el video, ¿verdad?—Matteo se acomodó a su lado y la abrazó.

—Necesitaba hablar con ella, de no haber ido probablemente toda esta situación sería diferente.

—Lo importante es que estás bien Luna, aún así, debiste avisar, sabía que Ámbar iría a ver a Sharon porque hablamos anoche, pero no mencionó nada de ti.—todos sabían que Simón sería un papá sermoneador y protector, no era nada malo, en vez, les parecía tierno, siendo ese hermano mayor que Luna nunca tuvo.

—Dejando de lado esta situación, les digo que estoy muriendo de hambre, solo comí una manzana antes de salir esta mañana.

—Tampoco hemos podido comer chica delivery, los nervios nos tenían con un nudo en el estómago.

Ella los molestó un poco con el tema de padres sobre-protectores, pero el hambre les ganó, por lo que la cocina de la mansión fue terriblemente asaltada por tres jóvenes hambrientos.

Habían decidido tener un día de descanso, la mañana del domingo no tenían planes de despertarse antes del medio día, por lo que aprovecharon al infravalorado sábado para estar un tiempo juntos, o bueno, solo Luna y Matteo, porque Simón salió con Ámbar que había llegado justo para la hora del almuerzo.

Amore, tengo una pequeña pregunta.—necesitaba saber si todas esas palabras escritas en el revés de la foto eran ciertas, necesitaba escucharlas de la boca de Luna.

—¿Si?

—¿Me amas?

Tragó saliva sin estar lista para responder. No lo iba a dejar así sin más, sin una respuesta, por lo que agarró todo el valor que pudo y habló.—Sí, sí lo hago— En un principio solo pensó en decir eso, de un momento para otro las palabras empezaron a salir sin mayor filtro, y eso le gusto, porque estaba siendo sincera—. Luna Valente no es Luna Valente sin Matteo Balsano, ¿sabes? Decir que te amo es insuficiente para explicar lo que siento por ti chico fresa. No imagino una vida sin ti, y bueno, somos adolescentes todavía, tenemos mucho camino por recorrer, pero has marcado un antes y un después para mí, me enseñaste lo que es el amor, claro que conocía el amor paternal, conocía el significado de la importancia de la amistad, todo eso no es lo mismo a lo que yo siento por ti.

>>Las mariposas en el estómago, los escalofríos, todo eso lo causas tú. Además, el hecho de que hayas arriesgado tu vida por mí el día del incendio, es algo que te agradeceré toda la vida Matteo.

No pudo mirarlo a los ojos, tenía miedo de saber su respuesta, no sabía si era una confesión llena de demasiado sentimiento a pesar de la relación que ya mantenían.

Él la besó, no encontró una mejor manera de expresar sus sentimientos. El día bajo la lluvia no era nada en comparación a lo que les estaba sucediendo, en menos de un mes habían pasado demasiadas cosas.

Ti amo Luna Valente, no hay mejor forma de expresarlo, te amo, te amo.—la levantó de la cama para alzarla y abrazarla. Besaba todo su rostro, sus mejillas, su frente, su boca, era feliz, eran felices.

—Te amo Matteo Balsano, no sabes cuánto.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 17, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Gracias a ti; LutteoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora