Enemigos con derechos »Sonamy«

Capítulo 10.

Despertó. Cubierto en sudor frío. Se limpió la frente soltando un suspiro. Notó como una... ¿Lágrima? resbalaba por su mejilla, hasta llegar a la comisura de sus labios, dónde palmeó con su pulgar para limpiarla. Estaba algo aturdido, sin poder creer aquel extraño sueño que había tenido.
Se sentó en su cama, para mirar alrededor, buscándola. Solo quería verla.
No, no estaba. Se acurrucó en si mismo, de la nada se sentía solo; muy solo.

¿Qué mierda le pasaba? Él nunca había sentido algo así.

Y menos por uno de sus juguetes sobretodo, un juguete como Amy.
No debería estar atandolo tanto emocionalmente. Pudo identificar un sentimiento similar, ya lo había sentido una vez... el día después de su ruptura con la antes mencionada, cuándo curiosamente había despertado solo en la cama.
Era ese sentimiento, sin duda, pero magnificado.
Quizás le estaba dando más importancia de la que debería, intentó auto convencerse, solo para poder ordenar un poco sus sentimientos.
Se dió cuenta que, realmente, le importaba.
¿Desde cuándo?
Se enfureció consigo mismo. Decidido, volvería a su actitud de siempre.
Pero... en el fondo, una parte de su mente, extrañaba sus sonrisas, esas radiantes y hermosas sonrisas, su forma de hablar, siempre emocionada y dulce, su cariño sincero...

Se mantuvo firme.

Con pesadez, se levantó, yendo al baño de mala gana, para cerrar la puerta y desvestirse con vagancia. Abrió la ducha, ni siquiera se molestó en poner la temperatura en un ambiente agradable.

>>Es solo un juguete. Mí juguete. Es lo único que llegará a ser<< pensó finalmente mientras masajeaba sus púas, enjabonandolas

Cerró la ducha al terminar, saliendo. Tomó una toalla y se la colocó para que le rodeara la cintura, salió del baño.
Escuchó como la puerta se abría, era ella que había llegado con un par de compras de comida.
No saludó, se sentía débil al hacerlo.

dejó la comida en sus respectivos lugares, al verlo tan callado le pareció raro "¿Todo bien?" preguntó arqueando una ceja

Solo asintió como respuesta, sin siquiera mirarla. Su cara tan suave y bonita, lo volvía loco.

Sin darle mucha más importancia se sacó su delantal, para estirarlo y colgarlo en un perchero. Venía de trabajar.
Cayó a la cama, cansado. Para hundirse en su almohada, tenía tantas preguntas, tantos sentimientos que quería sacar. Solo lo confundían más.
Notó como ella se estiró en un bostezo, sacándose sus prendas, para quedar en ropa interior. No pudo evitar no ojearla. Le dió algo de ternura ver como se ponía el camisón que él mismo le regaló, genial, lo que le faltaba.

"Ven. Quiero un masaje." ordenó seco

De mala gana se acercó. Realmente no tenía fuerzas como para follarla en ese momento, solo quería un dulce masaje de su dulce novi-...juguete.
Sintió unas dulces y delicadas manos masajear sus hombros, los cuales estaban, demasiado, tensos.
Pasó a su cuello, dando suaves masajes, y luego siguió con su espalda.

"Estás tenso..." empezó una conversación para romper un poco el hielo

"....Fiona me está engañando" mintió parcialmente para esconder sus verdaderos motivos

"Oh...umgh...bueno... tú también la estás engañando..." siguió con sus masajes algo incómoda

"Sí. Pero...la persona con la que me engaña no me cae bien" pensó rápido

"¿Quién es?"

"Mierda" murmuró para sí "Un ex compañero, no lo conoces" excusó

"Yy... ¿Por qué no te cae bien?"