Enemigos con derechos »Sonamy«

Capítulo 17.

Tembló. No quería escuchar la respuesta. Era una estúpida. Podría haberlo hecho sin tantas vueltas y dejarlo en el olvido. Por no animarse, por dudar tanto, por no arriesgarse, él lo sabía. Y no había vuelta atrás, no podía mentirle, lo estaba, no podía esconderse más. Empezó a llorar; era la única forma de descargar sus emociones en ese momento. Lloró toda su angustia, intentando descargarla, pero frustrandose al sentirse igual y llorar más por eso. Lloró para intentar aliviarse; no funcionó.
No podía parar, solo, necesitaba desahogarse antes de que todo empeorara, antes de saber su reacción.
Vió como el erizo levantó la mano, probablemente para darle una cachetada.
Cerró sus ojos con fuerza, aguantando la respiración y tensando sus músculos, las lágrimas no dejaban de salir, esperando la misma. Esperando gritos, regaños, escándalo, caos. Esperó y esperó...

Pero, en vez de eso sintió como una mano se posaba suavemente sobre su mejilla, para acariciarla y limpiar suavemente su lagrimal.

Abrió los ojos extrañada, para encontrarse con los del erizo, los cuales la miraban atentamente, reflejaban confusión.
Sintió como su mano le acariciaba suavemente la mejilla, sintiendo su suave tacto de nuevo, veía como sus labios se abrían milímetros, pero se cerraban nuevamente, y así, intentaba pronunciar palabra, pero no sabía que decir realmente.

"Lo que menos necesitas ahora es un tipo que te grite o que te pegue, menos aún si estás embarazada y con estos niveles de estrés" comenzó, serio, sin dejar de acariciar, y la abrazó "¿Por qué no me dijiste antes...?"

"perdón..." se disculpó murmurando, entre sollozos y la mirada baja "sé que es-estás con Fiona y no quería..."

"Terminé con Fiona, creí que te lo había dicho" interrumpió, y la abrazó más "Relájate un poco, lo único que nos falta es que te suceda algo..."

Se escondió en su pecho. Sintiendo su cómodo calor corporal y su olor, sonrió suavemente. Correspondió su abrazo, los cuales ella misma había descrito como paraíso. Él la tomó de la cintura, alzandola, y ambos se arroparon en la cama, acostándose.
Se encargó de mimarla, darle suaves masajes en sus hombros, por fin pudiendo relajar sus músculos.

"...¿por qué... terminaste con...?" musitó

"Me engañó, creo que te dije, y terminó conmigo para irse con ese tipo, realmente no me interesa mucho, solo estuve con ella porque sí" acomodó una púa de la eriza y acarició su mejilla "¿Hace cuanto estás así?" cuestionó

"...dos... días..." lo miró con su vista algo nublada, pues sus ojos estaban cristalinos

"Ya veo... deberías haberme dicho... al fin y al cabo es nuestro el bebé" suspiró escondiéndose en su cuello "creo que estoy igual o más confundido que tú..."

se sorprendió, con lentitud y timidez puso sus manos sobre sus púas y empezó a acariciar "...no me odias...? ¿No odias al bebé...? ¿No estás...enojado...?"

"Claro que no." afirmó "Ni tú ni nuestro futuro crío tiene la culpa; en todo caso fue mía por no usar protección y quizás algo tuya por no ponerme límites, pero lo hecho, hecho está" la abrazó más "Enojarme sería estúpido de mi parte"

"....supongo..." murmuró confundida

acarició con suavidad sus caderas, sin otro tipo de intenciones "...¿te excitas con perchas?"

"¿Qué? Claro que no"

"...¿y entonces por qué...?" se quedó un rato pensando, y sus caricias pararon bruscamente al recalcular la situación "¿¡Intentaste abortar!?"

se quedó callada, buscando una excusa, pero no pudo encontrarla "....yo...."

"Intentaste hacerlo" interrumpió "¿¡Por qué!?"

"E-estaba desesperada, sí!? No quería...que lo descubrieras...tenía....miedo." continuó, respirando hondo "de tu reacción...y de lo que podría llegar a pasar... creí que...si lo ocultaba...antes de que todo pasara...sería....mejor..." musitó con debilidad, desviando su mirada

"Pues no, Amy." continuó y la tomó de la barbilla, obligándola suavemente a mirarlo a los ojos "No debiste haberlo intentado, y debiste decirme antes... es mi bebé también, por el amor de..." suspiró "de todas formas entiendo tu reacción... pero... estamos juntos en esto" afirmó

La rodeó con sus brazos de las caderas, apegandola contra él, y escondiendola por su cuerpo, un abrazo sin duda reparador.
Las palabras del erizo solo la hicieron sonreír bobamente. 'Estamos juntos en esto', no paraba de repetirse por su mente, como si fuera una de las canciones más bellas que nunca hubiera escuchado.
Estaba tan preocupada por su reacción, por el qué diría... que sintió como sus angustias se desvanecían suavemente, para no regresar.
Sintió como su peso se volvía pluma, y su nudo en la garganta que parecía que nunca iba a cesar, empezó a aflojarse a tal punto de desatarse.
Sin duda, no era la reacción que esperaba, parece que Sonic sí pudo tener ese toque de madurez milagroso que hizo que sus aguas se calmasen.
Se escondió en sus brazos, rodeando con sus piernas la cintura del antes mencionado, apegandose más.
Él solo la mimaba, mientras el calor corporal de ambos era lo único que podían sentir en esos momentos.
Y lo único que quería, era no separarse nunca más de él, de esa calidez, de esa sensación de paz, de que todo estaría bien...

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