Zaniah intentaba no hecharse a llorar, en ese momento entendió que Ezra era una persona sincera pues había visto en pensamientos como habían sucedido los hechos, era tan horrible como habían matado a Maria y era tan doloro escuchar los gritos de Ezra al ser golpeado.
Zaniah inhalo y exhaló, ya que sentia que era necesario contar su historia — Cuando llegué a la familia François... sólo eran Marcel, Stella, Christhian y Christopher — la ojiazul hizo un cortó silencio — los gemelos apenas tenían diez años y yo sólo tenía dias de nacimiento. Los gemelos al instante se encariñaron conmigo y yo con ellos, era muy divertido verlos pelear por mi atención — soltó una pequeña risita — me comunicaba gracias a mi don similar al de Edward, tengo la capacidad de bloquear y leer los pensamientos de los demás si lo deseo... y tengo el don de Isabella — Zaniah hizo una mueca de desagrado — a diferencia de Reneesme, yo me dasarrollaba como una niña normal y eso me agradaba; mi mente se desarrollaba aún más rapido, pero también mi cuerpo se volvía como un cristal— Marcel no sabía que me ocurría y Stella viajaba constantemente en busca de información, los gemelos fueron de mucha ayuda, me atendían como si fuera una princesa.
— Lo eres — dijo Ezra y ella ladeo una pequeña sonrisa.
— Cuándo cumplí los quince años ya estaba cansada... de que ni siquiera se acerquen a mi por miedo de hacerme daño, de no ir a un colegio como mis hermanos, de no poder caminar porque mis pies se dañaban y hasta me era muy dificil comer — Zaniah soltó una pequeña risa triste — Un día decidí escapar al bosque para poder... acabar con todo.
— Querías suicidarte — Ezra apretó su mano suavemente para darle fuerza.
— Si... me atrevese el vientre con la Katana de Christhian y cuando me encontraron ya era demasiado tarde, había perdido mucha sangre, así que decidieron convertirme — la castaña nego — fui tan egoísta al pensar que al suicidarmé seria lo mejor y no tomé importancia a los sentimientos de mi familia. Creo que cuando hice esa tonteria me maldije... al ser mordida mis dones volaron al límite, creando una segunda personalidad que lamentablemente tiene el don de las sombras y la telequinesis.
— Eso es aterrador — dijo Ezra y ella asintio.
— no sabes cuanto daño causó la otra persona... hasta cuando salieron las noticias de extrañas desapariciones pensé que la culpable fui yo.
— pero no lo hiciste — contestó deteniéndose — sé que algun día podrás controlarla.
— me da miedo descontrolarme, solo de pensarlo me aterra.
— No lo harás — él la atrajo hasta pegar su cuerpo contra el suyo — estaré a tu lado — Ezra le dio un delicado beso en los labios.
— ¿Cual es tu don?— preguntó cambiando de tema.
Él se arrodilló y ella lo siguió — creo que estuve mucho tiempo en la tierra — dijo mientras jugaba haciendo un pequeño remolino de tierra.
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— Eso es genial — respondió entretenida con el pequeño remolino.
— puedo mover, dar forma y manipular cualquier elemento sólido formado por minerales, independientemente de su estado (montaña, roca, arena o polvo), que no formen parte de un ser vivo — comentó sorprendiendo a Zaniah.
— Creo que debemos ir a tu casa — Zaniah miró su reloj — a lo mejor nos siguen esperando para comenzar la reunión.
