CUARENTA Y SEIS /FIESTA II

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Zaniah había perdido la cuenta de cuantas botellas de vino, Pisco o vodka había bebido, su cuerpo ya estaba adormecido y entre más seguía bebiendo todo a su alrededor se triplicaba.

soy una nube se dijo soltando una risa.

Jean y Reenesme conversaban a unos metros de ella.

puto traicionero

Ezra y Embry conversaban con los lobos.

— ¿que le viste? Digo no es muy agraciada... bla bla bla bla — la voz de Reenesme irritaba los oídos de Zaniah.

¿porqué no me largo?

Sé intentó parar pero estaba tan ebria que no pudo evitar volver a sentarse.

oh Zaniah te tragaste más de ochenta vasos ¿lo olvidaste?.

Solo encogió sus hombros y volvió a servirse otra copa.

si ya estoy ebria no me harán daño unos vasitos más.

— ¿quien es esa perra? —  dijo Reenesme entre dientes.

— Tú — canturreo Zaniah entre risas.

— Estúpida, me refiero a esa — dijo mirando hacia Jacob que bailaba con una chica pelirroja.

— Tú — volvió a reir como idiota al verla molesta.

— ¿Zaniah cuanto bebiste?—  preguntó Jean quitandole el vaso.

— Vete a la mierda  — espetó quitandole su vaso — no quiero quejas.

Reenesme caminó  haciala pelirroja y le lanzó una bofetada, quiso levantarse pero el sonido estridente de la bofetada que le devolvió joven hizo que se volviera a sentar.

— ¿esa no es tu amiga?— preguntó Jean y Zaniah parpadeo.

— ¡asi se hace Fiorella!— bramó la castaña orgullosa , limpiandose las ficticias lagrimitas de felicidad — ¡Dale como a piñata! — gritó entre risas —  ¡por zorra!


Zaniah quiso servirse un vaso de Ron, pero le volvieron a quitar el vaso.

— Zaniah fue suficiente—  la voz de Ezra se le hacía un poco lejana, vio que Catalina lo miraba preocupada.

— ¿ah si?—  preguntó haciendo un puchero, mientras agarraba la botella y se la bebió de golpe.

— Zaniah, no te comportes como una niña — Ezra la ayudó a levantarse.

— Sueltala —  la voz de Jean le hizo eco en sus oidos.

— Y ya van a empezar con sus discusiones— Zaniah  hizo una mueca — ¡es una fiesta!¡¿pueden dejarme y disfrutar del momento?! — se apego a la barra para no caerse y se sirvió un vasito de pisco.

— Joder, deja de tomar — Jean rompio el vaso claramente molesto.

— No me jodas — dijo bebiendo de la botella — vete con tu amiguita esa.

— ¿Estás celosa? — preguntó Ezra.

— ¿te importa? — preguntó con sarcasmo —  que yo recuerde no te invite a la fiesta, no se que haces aqui.

— Linda —  hablo Jean tratando de calmarse — deja de tomar.

— ¿no que la guapa era Reenesme? —  pregunto — eres un imbecil.

— Está muy ebria, llevenla a descansar — comentó Catalina.

— ¿creo que escuché mal? — dijo fingiendo limpiarse los oidos— que yo sepa a ti te gusta Ezra y esta puede ser tu gran oportunidad — hizo un puchero — no me malogres mi gran momento.

¡¡¡Maldición!!! Pensó Jean viendo como Zaniah sacaba otra botella.

— fue suficiente—  dijo al ver que Zaniah iba a llorar.

Jean la cargó como si fuera una pluma.

— Sueltame, imbécil tonto traicionero — le daba golpes en su espalda para que la soltará mientras sollozaba — princesa tienes que descansar.

Llegaron a la habitación de las castaña y el la dejo sobre la cama.

— ¿crees que con palabras bonitas vas hacer que te perdone? — preguntó mientras se limpiaba las lágrimas.

— no —  dijo sacandole los zapatos.

El azabache caminó hacia el clsoswt y sacó una pijama.

— Cambiate — dijo entregandole la ropa y girando sobre sus pies.

— Ahora si te volteas — dijo soltando una risita — antes no lo hacías.

— Por que no habíamos terminado —  respondió.

— Ya estoy lista — ella se sentó en el piso y él hizo lo mismo —  me odio... por no poder odiarte... me odio porque te amo y tu dices amarme, pero a veces siento que sólo juegas y yo hasta estoy pensando en jugar el juego ¿es normal que quiera hacer eso?—  preguntó sollozando.

—  no estoy jugando, no puedo hacer eso  —  Jean le di un beso en la comisura de sus labios — descansa.

— Idiota — hizo un puchero — no vuelvas a besarme, no puedes porque dije que te odiaba o algo así. No me confundas...

— No lo hago, tu misma te estás confundiendo — Jean sonrió.

— Si lo haces, coqueteas con el enemigo y nose que hacer, me daban ganas de golpearte — apoyó su cabeza en el hombro de Jean.

— A eso se le dicen celos — respondio sonriente.

—No

—Si

—No

—Si

— No

Rechazada// CrespúsculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora