VII

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Estando ya en la oficina, la organización y el país se dispusieron a iniciar la conversación más esperada por el de traje.

"Colombia, me alegra mucho que hayas podido venir" Habló mientras extiende sus brazos, para demostrar su emoción.

"No importa, creo que te lo debía a tí y a los demás, es genial estar de vuelta." Le dedico una sonrisa forzada, algo que el contrario percibió; ya no era el mismo, era un país con problemas, tal vez no todos lo notarán, tal vez no era tan importante como su hermano y eso era lo más triste de ese pobre muchacho.

"Colombia no finjas conmigo, no soy estúpido como los demás." Su sonrisa se desvaneció inmediatamente escuchó aquellas palabras, se sentía raro jamas en la vida alguien le decía eso. Era extraño, muy extraño.

"Yo..." De su boca no salía palabra alguna, estaba en blanco.

"No tienes que decirme nada, solo se sincero, estando nosotros dos en esta sala, o en cualquier otra, podemos tener confianza." Sus ojos parecían mostrar compasión, algo que a Colombia le puso nostálgico. Le recordó a su padre.

"Lo siento, no quiero seguir con esto, ya me canse de seguir mintiéndole a todos. No quiero seguir fingiendo estar bien. A veces envidio a Venezuela, él puede demostrar sus heridas y nadie le criticaba, pero yo no puedo."

Mientras hablaba su garganta dolía, pues en su garganta le formó un nudo. Cada vez era más complicado continuar con la conversación sin terminar llorando.

ONU vio con lástima cada facción del rostro del cafetero. Le estaba claro que necesitaba que alguien lo consolara, entonces se levantó de su lugar y caminó hasta el asiento delas bajo, y lo abrazo.

El castaño se quedó petrificado. Nunca pensó que alguien tan importante como lo era ONU le estrechara en sus brazos. De un momento a otro sus ojos no pudieron contenerse más, lágrimas salieron.

Sus brazos poco a poco empezaron a abrirse, aceptando al fin ese cálido abrazo.

Se quedaron así por un rato hasta que desde afuera se pudieron escuchar unos sonidos bastantes particulares. Parecían ¿voces?

La organización limpio las cristalinas lágrimas del colombiano y le pidió que se quedará hasta que resolviera que era lo que sucedía.

Abrió la puerta, haciendo que unos country's cayeran al frío suelo.

"¿Es en serio?" Se cruzó de brazos mostrando su negación ante la acción de aquellos latinos. Ellos sólo se limitaron a reírse nerviosamente.

𝐌𝐄𝐍𝐓𝐈𝐑𝐀𝐒 ❝🇨🇴❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora