II

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Tomó el teléfono que se encontraba en su escritorio y contestó la voz del mexicano con emoción.

"¡Hola Colo! ¿Como estas?" Desde el otro lado se escucho la voz de aquel mexicano el cual se escuchaba muy alegre.

"Hola Mex, yo estoy bien. Y dime ¿necesitas algo?" Intento sonar lo más relajado posible para que el amante de tacos no se preocupara por él.

"Pues te llamaba para invitarte a una fiesta en mi casa este sábado ¿Te gustaría venir?"

"Mmm... Lo pensaré, mañana te digo ¿Ok?" Estaba cansado de fingir esa sonrisa no quería hacerlo, esas fiestas siempre le parecían al cafetero una pérdida de tiempo.

-"Oh vamos Colo, en serio debes ir porque fiesta sin ti, no es fiesta" Sonaba confiado quería que el castaño fuera sea como sea y no iba a descansar hasta que dijera que sí.

"México ya te dije, mañana de aviso" Dicho esto colgó no quería discutir, se dirigió a su cuarto y se tiró en su cama quedando boca arriba, mirando el techo, ese techo blanco que le disgustaba tanto no sabía el por qué lo único que sabía era que simplemente hacía que se le hacía extraño.

En medio de sus pensamientos el colombiano sintió un pequeño punzón en el brazo izquierdo, al principio no le tomó importancia hasta que el dolor aumentaba poco a poco.

Llegó el punto en el que no pudo aguantarlo más y sintió como una nueva grieta se habría dejando escurrir un líquido con una tonalidad rojo con negro, aquel líquido manchó las vendas de su brazo y sus sábanas.

Corrió directo al baño con lágrimas de dolor que bajaban por sus mejillas. Se quitó aquellas vendas y vio con horror una profunda grieta, tan profunda que casi era posible ver su radio si no fuera por ese líquido asquerosamente espeso.

"¡SEÑORITA ROSA, L-LLAME UN MÉDICO AHORA!" Después de salir corriendo de su dormitorio hacia la sala de estar, en donde se desplomó.

𝐌𝐄𝐍𝐓𝐈𝐑𝐀𝐒 ❝🇨🇴❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora