𝐌𝐄𝐍𝐓𝐈𝐑𝐀𝐒 ❝🇨🇴❞

IX

"Pinche Onu, por poquito y no nos dejaba irnos" Espetó México.

"Eso te pasa por andar chismoseando" Intento el cafetero hacerlo razonar.

Por su parte el mexicano bufo molesto, pero siguió sorbiendo de su batido.

"Oye Coco, ¿por qué no habías venido a ninguna reunión antes?" Preguntó el rubio mirando sospechoso al contrario.

El castaño miró su helado con amargura, pensando en una buena excusa con la que no hacerlos preocupar.

"A Colômbia teve muito trabalho, Argie"
(Colombia tenía mucho trabajo, Argie) Habló el brasileño por él.

El argentino miró al de rastas con desdén, dejando de lado el tema y tirando el vaso de su capuchino.

...

"Pensé que nunca me iría de ahí" Dijo exhausto, subiendo al vehiculo que lo llevaría de nuevo a su casa.

"Eres un hipócrita..." Un pequeño escalofrío recorrió la espalda. Miró a su alrededor confundido, incluso preguntó a la demás tripulación si habían dicho algo, y para su asombro, nadie había dicho nada.

"Estoy seguro de haber escuchado algo" Miro por la ventana como sus amigos se despedían de él dentro del aeropuerto, hizo un ademán y enseguida el helicóptero subió.

"Deberías tirarte, nadie te extrañara" "¡Deja de fingir que todo está bien! ¿Por que no le cuentas la verdad?"

Miles de voces resonaron por todas partes, el sonido ensordecedor de su transporte había desaparecido por completo de sus oídos, solo quedaban las palabras dolorosas de aquellos desconocidos.

Asustado su cuerpo empezó a temblar descontroladamente, sudor frío bajó por su frente, una fuerte presión en el pecho lo hizo soltar jadeos; el dolor de incrementar y las voces se hacían gritos enloquecedores que lo único que hacían era pedirle que saltará al vacio.

"¡¿Señor Colombia se encuentra bien?!" Angustiado un soldado tomó del hombro al castaño y lo sacudió un poco.

"Callense..." Dijo inaudible.

"¿Señor...? ¡Debemos ir a algun ir a algún hospital, el señor Colombia se encuentra en estado crítico!"

De sus ojos salieron lágrimas de dolor y desesperación, gritos ahogados y jadeos; la desperation lo consumía cada vez más y la preocupación lo rodeaba a donde quiera que vaya.

"¡Debemos parar!" Gritó exasperado el militar.

"Es imposible, ninguna base de control nos autoriza el aterrizaje, además por si no lo notaste... ¡Estamos en medio del mar!"

"Tranquilos... e-estoy bien. Ya pasó" Dijo el cafetero intentando tranquilizar la situación. "Solo me dio vértigo."

Los demás presentes soltaron un suspiro de alivio, ya más tranquilos, siguieron el viaje de vuelta a su país natal.