Capítulo 3: Fotos.

422 25 1
                                    

-¡Pendejo, despierta!-. Reaccione, de nuevo Niko sacándome de mis pensamientos.

-¡¿Que quieres?!-. Eleve mi tono de voz, no es que me enojara, solo es que siempre hacia lo mismo, y era más importante las cosas en las que pensar, que sus pendejadas que se la pasa diciendo.

-Ah bueno wey si quieres ya no te hablo-. Genial y ahora se enoja.

-No Niko, solo que dices pendejada y media a veces-. Dije abrazandolo por el hombro.

-¿Ah sí? Ni sabes de lo que estaba hablando wey-.

-No-. Dije soltando una ligera risa.

-Neta...-.

- A ver Niko, dime de qué estabas hablando-.

-Mmmm-.

-¿Que?-.

-No te diré, te dejare con la duda para que se te quite lo pendejo...-. Hice un puchero

-Ay no exageres wey-.

-¿Me escucharás de ahora en adelante?-.

-Sino dices estupideces si-. Recibí un golpe en la cabeza por parte de el.

-Wey es demasiado temprano para aguantarte-.

-¿Temprano? Si ya vamos tarde a clase ¡Por tu pinche culpa!-.

Cuando llegamos a la escuela, todos ataban entrando a clases, apenas habíamos alcanzado a llegar, nos separamos una vez más, el se fue a su primera clase y yo a la mía, la cual era química, llegue al salón y entre.

Otra clase que Niko y yo compartíamos era física, una de las peores, pero el hecho de estar con Niko, siempre me animaba a entrar.

-¡Al fin llegas!-. Exclamó al verme por el pasillo, el siempre le esperaba para entrar.

-Joaquin el puntual te dicen-.

-Pero ya estoy aquí ¿no?-.

-Orale hay que entrar ya-. Sonreí, quería demasiado a este wey.

-Nos sentamos en el escritorio de siempre, a los pocos minutos, entró el profesor dando inicio a la clase. El es un hombre bastante apuesto, parecía un hombre decente...

Pero por lo que ocurrió después, tuve que ignorar mis buenas espectativas sobre el, sucede que al terminar la clase, me pidió que me quedará.

-Joaquin, ¿Puedes quedarte unos minutos? Necesito hablar contigo-. Niko volteo a verme con cara de "¿ Y ahora que vergas hiciste?"

Cuando todos salieron del salón, me pare al lado de su escritorio, el se levantó de su silla, su expresión era sería. Se giró a verme, sonrío.

Nada de esto me daba buena espina...

-¿Sabes que... Lo que haces es algo demasiado sucio?-. Dijo sin borrar su sonrisa.

Sentí que iba a colapsar y morir ahí mismo.

¿Acaso se refería a...?

¡Pues si estúpido! ¿Sino a que más? Pero ¡¿Como?!

Observe cada movimiento, cada expresión suya, sin duda parecía saber lo nervioso que estaba. Saco si teléfono del bolsillo, estuvo manejandolo unos segundos, para después mostrarme fotos que me revolvieron el estómago.

No tenía habla, no podía articular palabra alguna, ante mi silencio, su sonrisa de ensanchó más.

-¿Sabes que chupársela a los profesores es algo degenerado?-. Dijo mostrando  una foto de aquella vez en los vestidores.

-Se lo que eres Joaquín-. Alzó las cejas- Aparentas inocencia pura... Pero no eres más que un sucio pervertido ¿No es así?-.

Se acercó peligrosamente, pasó a paso sentía un estrujamiento en el corazón, intente alejarme pero la pared me detuvo y eso le favoreció a el,  me tomo con fuerza por las muñecas y las estampó en el muro a la altura de mis hombros. Se acercó a mi oído y con voz grave y tono lascivo, susurro:

-Lastima que yo también...-.













Buongiorno ama ;)

School SecretsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora