Capítulo 11: Conductor Imprudente

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Mi estómago dio un vuelco, mi cuerpo se tenso y mi corazón comenzó a latir sin control.

¡¿Pero como mierda se ha enterado?! ¡¿Le habrá dicho Diego?! ¡¿Por queee?! ¿Será una de sus bromas? No lo creo.

El nunca bromea así, ¡Mierda! Siento el corazón a punto de estallar y que mis pulmones van a colapsar en cualquier momento por respirar tan fuerte, esto debe ser un mal sueño, uno muy pero muy malo,  incluso tenía miedo ¿Que haría al respecto?

De alguna manera, pensar en eso ahora me afectaba bastante, pero ¿Como lo dice así?  Es como si no le importara, o no sé, tal vez este realmente enojado o es frío sin más.

¡O lo que sea! ¡El punto es que no quiero, me niego! Ahora mismo quisiera no existir, desearía que se abriera una especie de vórtice en el tiempo y el espacio que me arrastra para quedar perdido en la nada, así de simple y complejo a la vez.

No sabía qué hacer ni qué decir, no me había movido e incluso podría jurar que había dejado de parpadear por miedo.

-¿Q-Que?-. Mi garganta no dio para más, solo con tartamudear un solo "que" en forma de murmullo, sentía que me iba a desmayar.

Pasaron unos segundos, años a mi parecer, el se subió encima mío y me sujeto por ambas muñecas, me tense demasiado, evadir su mirada antes todo, estaba temblando en exceso, me moví desesperadamente pero él me sujeto con más fuerza.

-Tranquilo...tranquilo Joaco-. Su tono de voz era sereno, parecía relajado, el intentaba verme fijamente, pero yo no podía, si lo hacía explotaría de putos nervios. -No voy a hacerte nada-.

Dejé de respirar, me quede completamente quieto, mirando a cualquier lado que no fueran sus ojos.

-Te conozco demasiado, más de lo que tú piensas, conozco cada centímetro de tu cuerpo, cada lunar, cada pequeño rasgo, lo conozco-. Decía mientras me acariciaba los brazos y piernas.

-Demasiado diría yo-. Dijo con una minúscula sonrisa.

-Esto, esto y esto es nuevo-. Mire con los ojos entre cerrados, señaló unas marcas, marcas de mano, además de chupetones, ¿Como carajo es que no lo había notado?

Una en mi brazo, otra en mi pierna derecha y la última en mi mismo izquierdo.

-Descarte la idea de que alguien te golpea, no estás mal ni nada y no más hice yo, las vi antes y procure no tocarlas, así que me dirás con quién y desde cuándo-. No podía contestarle y por más que quisiera, no lograría decir nada, estaba demasiado asustado.

-No te haré nada ¿Si? Tampoco me voy a renovar, bueno, al menos contigo no, así que dime ya Joaquin-.¡No sé enojara conmigo!

Sus palabras me tranquilizaron un poco, pero no quería ser tan egoísta, pensar en lo que le podía hacer a Diego,no es que le deseara el mal, pero es que no sé lo que le vaya a hacer si le digo, máximo lo golpearía.

Además, está encima de mi, en la misma posición ¿Como chingados le voy a poder decir algo?.

Pasaron varios minutos antes de que controlará mi cuerpo por completo, me relaje lo suficiente para poder hablar con el, pero no quería.

-¿Ya estás mejor? Asentí -Bien, ¿Me vas a decir?-. Está vez no me moví. -Maldita sea Joaquin tienes que decirmelo-.

-Lo se...-.No me soltaba, lo cual me dificultaba más las cosas

-Entonces hazlo-. Si tenía planeado decírselo, y es que ya no me quedaba de otra , me había descubierto y vaya manera más estúpida de ser descubierto.

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