Desperté sintiendo lo que no esperaba sentirme... mal.
Por muchos años todo siempre fue fácil para mi, siempre gocé de una excelente salud, nunca me rompí nada y contadas fueron las veces que me enfermé, por lo que me dijeran de un día a otro que te me voy a morir no es fácil de procesar.
Tenía un dolor que me recorría todo el cuerpo, un poco de asco pero agradecía no haber vomitado.
Mi hermano llegó como cada mañana a despertarme porque no había despertador humano que me despertara.
—¿Iras a la escuela? —me preguntó Liam.
—No me siento muy bien —contesté tirado en la cama.
—Te llevaré al hospital —dijo acercándose al closet para sacar mi ropa porque como todo buen hombre dormía en calzoncillos.
—No, no lo harás —ordene— solo es algo de náuseas y me duele el cuerpo.
—No, no solo es eso tienes Cáncer —me gritó— no un puto resfriado que se quita con un jarabe.
Lo miré asombrado, era la primera vez que alzaba la voz.
—Que bueno que empieces a sacar huevitos que te faltaban pero dado que es mi puto cuerpo yo decido a donde va —establecí— si quieres llamar al doctor está bien pero no saldré de esta cama.
Él suspiró irritado y se fue para alistarse, aún le faltaba poder para ordenarme.
Dean entró un momento después.
—Dice Li que no iras a la escuela —dijo entrando por sus cosas pues se había descompuesto su computadora y había hecho su tarea en la mía.
—No, creo que algo de la cena me cayó mal —mentí.
—Tal vez no debiste comerte ese décimo taco —supuso.
—Probablemente —recordé.
—O ese pastel de chocolate —agregó— y acompañarlo con un litro de refresco.
ESTÁS LEYENDO
A Piece Of Me
Teen Fiction¿Qué esperar de una muerte inminente? Como cualquier otro chico para Cade Hope la muerte nunca estuvo en sus planes, con una diagnóstico de cáncer terminal sus días estaban contados. Una vida corta con tanto por vivir y mucho que dejar llevo a Cad...