¿Qué esperar de una muerte inminente?
Como cualquier otro chico para Cade Hope la muerte nunca estuvo en sus planes, con una diagnóstico de cáncer terminal sus días estaban contados.
Una vida corta con tanto por vivir y mucho que dejar llevo a Cad...
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—Eh... —Llamó mirándome— Disculpame por eso, suelo ser más frío al controlarme...
—No te preocupes, eso me gano por meterme en lo que no me importa...
Tenía que aceptar mis decisiones.
—Si no te importaba, ¿Por qué te metiste? —preguntó confundido.
— Porque por más que odie a Cade no podía dejar que lo golpearas sabiendo que tiene cáncer... no soy así —expliqué— me educaron para hacer lo correcto y creí que eso era, ahora empiezo a creer que debí dejar que lo golpearas.
—¿Tanto lo odias? ¿Qué haces con ese idiota entonces? —preguntó lo que yo también hacía.
— Llevamos odiándonos desde que tengo memoria y un día solo llegó y me dijo que tenía cáncer, ahora me paga para hacer videos y enviarlos después de su muerte —bebí de la botella.
—Y aceptaste —insinuó pensando— Ya veo... no te es tan indiferente.
— Por favor, yo y ese idiota nunca seremos nada, paga bien y dado a que no soy un puto niño rico como él me tengo que ganar ese dinero —confesé.
Él me miró bastante interesado.
— Me lo dijiste todo, ¿De verdad lo odias? —suelta una risa seca —Es un idiota, si, pero, ¿Enserio te crees tan interesado como para aceptar un negocio así?
No sé a donde quería llegar.
—Ayudar a un idiota que conoces desde a saber cuánto, con cáncer, ¿Solo por algo tan superficial y efímero como el dinero? —Se detuvo para observarme— Corrígeme si me equivoco, pero no pareces esa clase de persona.
—Tal vez solo quiero ver como se muere, en primera fila y con asientos pagados —contesté bebiendo otro trago, sabía fatal pero mi estómago lo resistía bien.
Hades puso los ojos en blanco y tomó mi muñeca, separándola de mi boca para quitarme la botella.
—O tal vez te importa más de lo que piensas ese pobre diablo... —dijo para beber relamiéndose el sobrante de sus labios.
