¿Qué esperar de una muerte inminente?
Como cualquier otro chico para Cade Hope la muerte nunca estuvo en sus planes, con una diagnóstico de cáncer terminal sus días estaban contados.
Una vida corta con tanto por vivir y mucho que dejar llevo a Cad...
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El rey de las fiestas... si ese era yo.
"Era yo" porque en estos momentos lo único que quería era mi cama, dios me había convertido en todo un Jensen.
Bebía algo de alcohol con mi rubia, el chico desbordaba alegria mientras bailaba... se le bajó después de un par de vueltas, iba a vomitar.
El chico se sentó a mi lado para reírse.
—¿Qué? —pregunté.
—Veo dos Cades —sonrió.
Negué divertido para revolver su cabellera rubia, me quedé en silencio para no revolver más su cerebro de lo que ya estaba.
—Cade —me llamó.
—Si Sam —le miré.
—¿Estás molesto conmigo? —preguntó.
Le mire confundido, ya no le daría alcohol.
—Jamás —asegure.
El chico me sonrió para recargarse en mi.
—Siento que te estoy perdiendo —confesó, sus palabras me helaron.
—¿Por qué lo dices? —pregunté.
—Lejos de que te ves como mierda —murmuró— ya no estás conmigo como solías hacer, desapareces por días, no estas cuando te necesito, yo... tengo miedo...
Que le estaba haciendo...
—¿De qué? —pregunté.
—Que te hayas cansado de mí como todos lo hacen —confesó— yo lo siento si te hice algo...
—Esto no es tu culpa —lo detuve— jamás me cansaría de ti rubia —seque las lagrimas que brotaron de sus ojos.
