Día 7.

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Día 7: Sin esperanza.

❝-Cuando la esperanza se acaba, ya no queda nada para ti❞

-¿Hermano..?

Había vuelto muy tarde de la casa de su abuelo. Ya eran las 2 de la mañana, el trayecto fue muy largo y había mucho tráfico. Pero estaba muy preocupada.

Desde que le escribió Mitsuki, le contó lo sucedido y supo la verdad, se sintió culpable. Su madre le había dado la opción de quedarse en casa de su abuelo hasta mañana, pero sabía que era imposible hacerlo.

No así. No con todo lo sucedido.

Quiso apurarse, llegar lo más temprano posible a su casa. Esperaba que Boruto estuviera dormido y nada malo hubiese sucedido.

Aunque lo hubiese llamado, no recibió una sola respuesta. No se preocupó mucho, después de todo, era muy tarde. Sin embargo, no estaba segura de eso.

-Perdón por esto...

Giró el pomo de la puerta y la abrió. Adentro, la habitación estaba oscura. De seguro estaba durmiendo.

Sin embargo, cuando miró hacia el escritorio de Boruto alí estaba el único rastro de luz y encima de la mesa, estaba su hermano durmiendo.

Himawari suspiró, en secundaria él acostumbraba a dormirse en la mesa. Casi siempre, es porque terminaba todas las tareas atrasadas que tenía. Pero ahora, no estaba muy segura. Se acercó a él, quería verificar que todo estuviera bien.

Tenía la cara escondida entre su brazo derecho, pero tal parece que no estaba haciendo nada. Himawari prendió la luz y se dio cuenta de algo más.

Había un frasco de pastillas encima del escritorio y estaba vacío.

Con algo de miedo, lo tomó entre sus manos y leyó las indicaciones. Eran pastillas para dormir, solo que se trataba de melatonina¹ así que toda la ansiedad que en un solo segundo se formuló desapareció.

Esas pastillas eran dulces, así que no le harían nada a Boruto. Solo lo ayudarían a dormir de manera más natural.

Himawari frunció el ceño y suspiró tirándolo a la basura. Él parecía afectado, aunque no podía verle la cara, pero no tanto como creía que sería.

-Mi hermano es más fuerte que todos esos idiotas... -murmuró, dándose la vuelta y cubriendo a Boruto con una sábana-. Mañana le preguntaré sobre eso, así se sentirá mejor. ¡Sí, es una buena opción!

Tras eso, Himawari apagó la luz y se retiró de la habitación cerrando la puerta. En ese silencio, en mitad de la medianoche, Boruto levantó la cabeza al escuchar que la puerta de su habitación se cerró.

Estuvo despierto todo el tiempo, solo que no quería preocupar a Himawari.

-Sabía que todo terminaría llegando... -susurró frustrado-. ¿Por qué permití que llegara tan lejos?

Se sentía como si todo estuviera perdido. La vida que alguna vez siempre disfrutó, había desaparecido.

La fuente de su juventud, como diría el viejo entrenador de gimnasia, se apagó.

Uzumaki pensaba que todo se había acabado en su vida, o en realidad, ya había terminado.

Intentó envenenarse con todo lo que pilló, pero había terminado vomitando y le daba miedo que su madre lo viera de esa forma.

-¿Qué es lo que me pasa? -musitó, tomando su teléfono entre sus manos-. Toda esta cosa es mi culpa, ¿a quién más le pasarían estas cosas?

Se sentía destrozado. Hablaba solo por hablar. Ya no quería quedarse en silencio.

Últimos 7 días. 「MitsuBoru」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora