𝑪𝒓𝒆𝒆𝒓 𝒆𝒏 𝒕𝒊 𝒅𝒆 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒐

(17)

Equivocada, así estaba, porque no regresabas, pensando que nunca lo harías, busque mi camino, me fui, y regresaste, y me buscaste... Gracias por volver...

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Arthur: Ya lo sabes Aihara...

Haru: S-Si, no se preocupe...

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Mei: Oye Yuzu...

Yuzu: ¿Si?

Mei: Que significó...

Yuzu: ¿El beso?

Mei: Si...

Yuzu: Pues para mí muchas cosas Mei, algunas difíciles de entender.

Mei: Ya veo.

Yuzu: ¿Porque? ¿Par ti significó algo?

Mei: Mucho...

Yuzu: ¿En qué sentido?

Mei: Es... Es más como si fuera... Una oportunidad...

Yuzu: Una oportunidad... Ya veo... Después de todo...

Mei: Si Yuzu, después de todo, yo todavía te amo, y me maldigo por no haberlo apreciado antes... De que todo esto suceda...

Yuzu: Ya veo... Entonces, ¿Ves esto como una oportunidad para reparar lo que hiciste?

Mei: Así es Yuzu, te juró que...

Yuzu: Mmhh~

Mei: Mmhh

Yuzu ya había besado a Mei.

Fue un beso que ambas disfrutaron, el calor de la otra, el estar cerca y cerrar los ojos para experimentar un montón de cosas... Fue lo más disfrutaron antes de separarse.

Yuzu: Te creo... Y no se ni porque, solo te creo a ti, a nadie más, solo soy capaz de creer en ti...

Mei: Yuzu...

Ambas se abrazaron...

Mei: Gracias...

Yuzu: ...

Haru entra en escena, y toma la mano de Yuzu, la cual en los primeros momentos no fue capaz de reaccionar, por el contrario Mei también se sorprendió, pero era su abuelo, y no fue capaz de hacer algo hasta que vio como Yuzu tuvo un forzageo con su abuelo.

Yuzu: ¡Oiga! ¡Suelteme, que diablos le pasa!

Haru: Será mejor que no digas nada, por ahora...

Yuzu: ¡Eh dicho que suelte!

Así Yuzu en un descuido de Haru, logró zafarse del agarre. Yuzu salió corriendo.

Haru: ¡Oye! ¡Vuelve! ¡Guardia traiga a Yuzu!

Guardia 1: Enseguida señor.

Así comenzó una especie de persecución.

Mei: ¡Yuzu!

Llamo así para indicarle que dónde estaba, y así Yuzu al seguir el llamado de Mei, encontró un escondite perfecto.

Ambas entraban a la perfección, era apretado estar en un casillero, pero era la única forma en esta situación de pasar por desapercibido.

Yuzu: ¿Estás segura de esto?

Susurró Yuzu.

Mei: Ah~ N-no me hables al o-oído.

Susurró Mei.

Yuzu: Oh, lo lamento.

Yuzu tapo su boca con su mano, mientras Mei trataba de contener su agitada respiración.

Guardia 1: Señorita le pido que salga por favor, su abuelo Necesita verla y hablar con usted.

El guardia salió y busco en otra parte.

Yuzu: (no quiero usar la violencia).

Pensó.

Yuzu salió a duras penas con Mei, tomadas de la mano, tomaron la primera estación de bus, y en el camino llamaron a Ume, avisándole que NECESITABAN regresar a Japón, algo que la mayor dudó razonablemente, pero terminó accediendo cuando la misma Mei le contó todo acerca de la deuda de su abuelo y como quería comprometer a Yuzu, claro, también explicando lo que le había hecho Liam a la ya mencionada.

Esa misma noche tomaron el primer vuelo para Japón.

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Habían pasado 5 horas...

Yuzu abre lentamente sus ojos...

Yuzu: (¿Eh? No siento mi brazo...)

Yuzu: ¡! ¿Mei? Al parecer sigue Dormida... ¿Sabes? A veces me preguntó si fui egoísta al no preguntarte porque te casaste con Udagawa... Me alegro al menos estar ahora contigo... Bueno, no es como si pudieras escuchar-¿mmh?

Mei: Mmhh~ Yuzu... Gracias...

Era obvio que Yuzu se ruborizó al instante al sentir que Mei la había tomado con su mano de la mejilla para besarla.

Yuzu: ¡Me-Mei!

Mei: ¿Si Yuzu?

Acomodándose más a su amada y así tomándola más del brazo para cerrar los ojos.

Yuzu: Ahora que lo pienso... ¿Te divorciarte de Udagawa?

Mei: Desde que viaje a Inglaterra para ir a la universidad.

Yuzu: Vaya... Entonces, ¿Ya no es tu pareja?

Mei: En realidad para mí nunca lo fue... Solo era un escalón para heredar la academia, o al menos así veía las cosas antes de que te fueras...

Yuzu: Vaya...

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Así pasó el tiempo, y llegaron a su destino...

Ume: Bien, ahora van a contarme ambas absolutamente todo.

Mei/Yuzu: Bien.

Y así fue como Ume acepto ayudar a ambas chicas, no iba a permitir que casaran a su hija sin su voluntad y mucho menos sin la voluntad de su hija.

Por otra parte, Haru tenía que pagar esa deuda, o de otro modo le quitarían el prestigio de su apellido, su academia, y tomarían la cabeza de su hijo. Yuzu no era su nieta biologíca por lo que poco le importaba si sufría o no l casarse con el primogénito de Arthur Baker.