Parte 5

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Hordak se queda nuevamente solo en el Sanctum, he intenta retomar el trabajo del portal. Sin embargo algo le perturba y le impide lograr concentrarse en la tarea. -El trabajo del portal está retrasado, está fuera del cronograma, es imperativo avanzar-, se dice así mismo Hordak, como intentando convencerse de reunir fuerzas para proseguir, pero le resulta inútil, ya no es el mismo Hordak. Ahora le gustaba desperdiciar tiempo útil escuchando a Entrapta hablar de temas no relacionados con los objetivos de La horda; de ciencia en general y experiencias personales, que en otros tiempos las consideraría inútiles. Con ella a su lado se permitía ser otro, y estando solo le costaba regresar a lo mismo, a la misma rutina interminable, que en el fondo sólo buscaba demostrar algo; que era valioso a los ojos de su hermano, una vida que de forma directa o indirecta giraba entorno a Prime.

Con algo de esfuerzo y dudas Hordak vuelve al trabajo. -Cuando regrese con Prime, y me siente al lado de su trono, demostrando mi valía, dejaré todo atrás, a este atrasado e insignificante planeta, y seré parte esencial del Imperio, y todo lo que me estorbe, lo olvidaré, incluyéndola a ella.-, afirma Hordak con sonrisa altanera. Pero luego de unos minutos se detiene,  arqueando su cuerpo y apoyando sus brazos sobre la mesa de trabajo, y visiblemente afectado, comienza a preguntarse el porqué siente esa necesidad de experimentar nuevamente lo absurdo e inútil de  convivir con una princesa de un planeta primitivo. ¿Acaso valía la pena quedarse un poco más en ese mundo salvaje sólo por ella? Entonces Hordak vio claramente su vida sumergida en el debate de vivir entre dos mundos: el de la cordura, el orden y el poder, junto a Prime; y el de la locura, el caos y la pasión, al lado de Entrapta. ¿Será posible que sienta esa cosa absurda que llaman amor? Puede que el planeta lo haya contaminado con eso, pero Prime se encargará de eliminar esas imperfecciones en él; es experto en eso... Pronto el portal estará terminado, y ya no habrá más debates; retomará su vida normal en el sistema imperial, dentro del orden natural de las cosas, como debe ser.

Mientras tanto fuera de Sanctum, Catra y Scorpia estudian la manera de localizar a Entrapta, ya que Emily se había marchado del lugar mientras iban a informarle a Hordak sobre la enfermedad.

-Te dije que te quedaras cuidando a Emily, pero decidiste seguirme hasta la entrada del Sanctum, y ahora no sabemos dónde está esa robot-, le reclama Catra a una apenada Scorpia.

-Tenía miedo que te pasara algo gasta montesa, me disculpo. No pensé que Lord Hordak quisiera también el paradero de Entrapta y no le bastaba con saber que estaba indispuesta por enfermedad-, le responde Scorpia cabizbaja.

-Siempre dices cosas sin sentido, pero esta vez tienes razón. Es muy extraño que Hordak también quiera conocer su paradero, ya que eso no le resulta útil para sus trabajos... ¡Esa Entrapta me las pagará! Hacerme perder el tiempo de esta forma -, exclama Catra molesta con tono rabia.

-¡Recuerda el gran dibujo que hice del trío inseparable! Sé que casi no le hablas desde que es la asistente de laboratorio de Lord Hordak, pero ella es nuestra amiga-, le responde Scorpia con una gran sonrisa amistosa.


-!Cállate al menos por un segundo Scorpia, y déjame pensar!-, le replica Catra a Scorpia mientras comienza a caminar de un lado para otro buscando mentalmente la solución. -¿Emily no tenía un rastreador de esos que usa La Rebelión para localizar la ubicación de nuestros robots? Estoy segura que tiene uno-, dice finalmente Catra, mientras se dibuja una sonrisa maliciosa en su rostro.

¿Dónde está Entrapta?Where stories live. Discover now