- Claro que somos amigos, Tom, y si tanto quieres saber pues no, tampoco he besado a alguien. -dije mirando mis nudillos-
- P-pero tu, Ana, tu eres tan linda -esboza una sonrisa algo pícara- si quieres te puedo ayudar con eso -dice-.
- ¿Qué? ¡no! Tomás, yo no necesito de tu compasión, algún día besaré a algui...
-Shhh -interrumpió, acercándose a mi- Ana, te he querido besar desde hace tiempo, y me gusta la idea de ser el primero a quien beses, sabes que soy tu amigo y no seremos nada más, no le veo nada de malo...
Se acercó más y ya sentía su aliento, ese aliento a menta que tanto me gustaba, - ¿Lista? -me preguntó- moví la cabeza un poco para darle aprobación y cerré los ojos, posó sus labios en los míos, eran tan suaves, empezó a abrirlos lentamente, yo sólo me limitaba a imitar sus movimientos, y así pasamos unos dos minutos, él se fue separando lentamente al igual que yo, y estábamos ahí, en silencio, comiéndonos con la mirada, esbozó una sonrisa que le respondí muy rápido.
- ¿Y qué tal estuvo? -me preguntó con una mirada algo tímida-
¿Qué le digo? ¿qué me ha encantado y no quiero separarme de sus labios nunca? No, esa no es una opción, por más que sea la realidad.
- No ha estado nada mal -le sonrio y me giro para ir hacia la cocina- ¿Te apetece algo, Tom? -le grito desde allí-
- No bonita, así estoy bien, ¿qué te parece si vemos una película?
-Está tarde, tengo algo de sueño.
- Bien, pues entonces enséñame dónde está el cuarto de huéspedes -Dice algo enfadado-
- Esto...Mmm, lo siento Tom, no tenemos cuarto de huéspedes, puedes dormir en mi cuarto, si gustas, yo dormiré en el de papá ¿te parece?
- ¿Tienes miedo a dormir conmigo una noche? vamos, te aseguro que no soy un violador, podemos dormir en tu cuarto, la verdad es que me da miedo dormir solo en casas desconocidas -dice mientras ríe por lo bajo-
- Tom, yo...yo, está bien, sólo no intentes nada -le digo entrecerrando mis ojos-
Le dejé entrar a mi cuarto mientras yo sacaba algo del guardarropas para dormir, nunca usaba algo ya que siempre dormía en ropa interior, pero con semejante hombre acá no me atrevería a hacerlo, volteo para dirigirme al baño y cambiarme y ¡Vaya vista con la que me encuentro!, Era Tom sin playera y ya desabrochando sus vaqueros.
- ¡Wow, wow, wow, deten tu caballo, vaquero! ¿qué crees que haces? -le dije mientras sentí el color que subia por mis mejillas-
- ¿qué? ¿qué pasa?...Oh, ni creas que me desnudo para ti, Ana. -dijo pegando una ruidosa carcajada- Perdón, es que suelo dormir en boxers, ¿te molesta?
- P-pues no es que me agrade tanto, bien feo que si estas -dije intentando disimular que me mordía el labio-
- Te recuerdo que besaste a éste feo -dijo acercándose a mí- y creo, si no estoy mal, que a usted le ha gustado mucho, acercó su mano hasta mi labio, liberándolo de semejante mordida que le estaba pegando-.
- Vaya si eres estúpido, más bien métete en la cama, iré a cambiarme -dije saliendo de la habitación-.
Ya en el baño caí en cuenta de lo que había escogido para dormir, Vaya si era una estupida -pensé- Lo único que había alcanzado a agarrar fue Una camiseta que me cubría apenas algo de los muslos, ¡Maldito Tomás! -pensé- todo esto me pasa por distraerme viendo su cuerpo de Dios griego. Me pongo la camiseta rápidamente y apago la luz para así salir corriendo a la cama y no tener que avergonzarme ante Tom.
- Pero qué te pasa -dice Tom minetras me meto bruscamente en la cama. Me haz asustado tonta -se voltea, se sube encima mío y conmieza a hacerme cosquillas-.
- Basta, Tom, basta -consigo decir casi llorando por las cosquillas que me hace él-.
Así que se detiene pero sigue encima mío, mirándome, con esos hermosos ojos verdes, ¿qué me estaba pasando con él? Joder, no me reconozco.
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Enamorada de mi amigo
Novela JuvenilAna es una joven de dieciséis años, que nunca ha entablado una amistad con un hombre, ni ha tenido ningún tipo de relación amorosa, al encontrar un amigo como Tomás encuentra muchos sentimientos nuevos.